La flexibilización de la movilidad urbana e interurbana desde fines del año pasado permitió a buena parte de la población reanudar actividades cotidianas restringidas por la pandemia, pero trajo consigo un aumento de viejos problemas, como la siniestralidad vial, que sólo en las últimas dos semanas se cobró ya 12 vidas en las rutas de la región. El año pasado nuestro país mostró notables mejoras en los índices de mortalidad y morbilidad vial, bajando de un promedio de 20 vidas perdidas cada
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