El código penal, la justicia futbolera que absolvió a Boca y condenó a Racing

“No hicieron nada para ganar…”, alcanzó al balbucear debajo de las lágrimas el Lolo Miranda cuando finalizó el partido en la cancha de Lanús
“¿Por qué estamos en la final? Porque somos Boca…”, simplificó Alan Varela, el jugador que ajustició con el pie derecho desde los 12 pasos a un Racing superior pero no necesariamente ganador.

Ambas frases, la de Miranda y Varela, encierran una franqueza incuestionable, pero en el fútbol la verdad absoluta no está a la vista de nadie. Sólo se devela cuando la acción ya es historia y su veredicto se vuelve inobjetable.

Una Mirada Distinta de la victoria de Boca ante Racing 😍

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— TNT Sports Argentina (@TNTSportsAR) May 14, 2022

Racing mereció ganar pero el que ejecutó fue Boca. A la hora del mata mata de los penales, en el ritual del uno contra uno que inclinará para la historia para siempre, hizo lo que tenía que hacer.
El Xeneize es el que ríe último, el que festeja ante la incomprensión de su rival que fue superior y se va sin nada. Al que le costará salir del asombro de ser el único equipo que no perdió en toda la Copa de la Liga, y aún así se quedó sin final.

En definitiva, la justicia futbolera es la que termina castigando al equipo de Fernando Gago, que fue incapaz de concretar al menos una de las ocho situaciones claras de gol contra ninguna de su rival.
Sí, Boca no llegó nunca a inquietar a ‘Chila’ Gómez y todo se debió a que no pudo escapar de la presión a la que lo sometió Racing en buena parte del encuentro jugado en La Fortaleza.

El Xeneize necesitó de la dinámica de sus volantes para salir del ahogo pero lo hizo en contadas ocasiones. Sólo lo consiguió con algún desprendimiento de Ramírez y en menor medida de Pol Fernández, aunque siempre fue insuficiente para desactivar el acoso de su rival.
Boca pareció no estar preparado para la presión de Racing y fue un problema sin solución, principalmente en la primera mitad.

Por otra parte, el equipo de Sebastián Battaglia fue discontinuo en ataque y aquí también hay mérito de Racing. El roquense Facundo Mura no dio espacios en su lateral para la velocidad de Sebastián Villa y lo anuló en todo el partido.

Claro que también el DT de Boca no acertó con poner a Oscar Romero sobre el ala derecha del ataque “haciendo de Salvio”. Al paraguayo la raya lo condicionó y lo privó de la sorpresa. En el medio del área, el Pipa Benedetto quedó huérfano de asistencias y no gravitó.

Apoyado por el despliegue de Alcaraz y Miranda, Racing tuvo en Copetti, Chancalay y Moreno un tridente explosivo al que sólo le faltó el gol, ni más ni menos.
A esa falta de efectividad del rival terminó aferrándose Boca, que con el marcador en blanco vio en los penales la ventana para entrar a la final.

La atajada de Agustín Rossi a Copetti en el quinto disparo, tras un infalible 4 de 4 por bando, le daba al ingresado Toto Salvio la posibilidad de la foto final, pero el pie de Chila Gómez lo sacó de cuadro.
Racing revivía pero la falta de puntería de Insúa y el pase a la red de Varela en el último penal, inclinó la caprichosa balanza futbolera para el lado Xeneize.
Boca ya está en Córdoba y boleto en mano, espera por una final a la que llegó sin importarle las formas.