El simbólico reclamo por la propiedad de las represas disfrazó una puja por el cruce de dirigentes entre el MPN y el Frente de Todos, sin toques de distinción. El sorpresivo frenesí del MPN por la propiedad de las represas hidroeléctricas, cuya concesión vence el año que viene, desnudó cuestiones más urgentes que se cubrieron en términos políticos por epítetos como “discurso berretín” y “campaña de desprestigio”. El jugador central es el secretario de Energía, Darío Martínez, quien perdió