“Cuyo”, el hincha N°1 de Huahuel Niyeo

Desde muy pequeño sigue y trabaja incondicionalmente por el club de sus amores.

“Huahuel es mi vida. Es una pasión que no te la puedo explicar con palabras. Es un sentimiento que no se puede medir”, afirma Julio “Cuyo” Llancamil (68 años), un vecino de Jacobacci apasionado por el fútbol y un enamorado incondicional de su Hahuel Niyeo, como si hablara de la selección de Lionel Messi.


Su apodo es sinónimo del reconocido equipo de la Línea Sur rionegrina, y se lo pusieron trabajadores de una empresa mendocina que llegó a Jacobacci a construir varios edificios en la década del ‘70.

Actualmente reparte su tiempo de jubilado -trabajó los últimos 29 años como secretario del Concejo Deliberante y se jubiló en le 2020- entre la casa, la familia y el club de sus amores. Si bien comparte sus sentimientos con San Lorenzo de Almagro, sin dudas asegura que “lo de Huahuel es muy fuerte”.


Hizo de masajista, utilero, planillero, cocinero y también de padre, consejero y amigo de los jugadores. Desde hace 50 años integra la subcomisión de fútbol, que actualmente preside.


En su larga historia en el club, vivió épocas buenas, con muchos logros y campeonatos y también malas, como cuando había que hacer dedo para viajar, o salir a juntar plata en la comunidad para poder garantizar lo mínimo a los jugadores.

Reconocimiento


Por esa pasión, entrega, espíritu solidario, pero sobre todo por ser “buena gente”, hace unos días fue homenajeado por el municipio en la Fiesta Anual del Deporte que se desarrolló en el gimnasio municipal de Jacobacci.

Julio Llancamil, alias Cuyo, no pudo contener las lágrimas al ser homenajeado en la Fiesta Anual del Deporte. Foto: José Mellado.


Con los ojos llenos de lágrimas, junto a su esposa Dora, compañera incondicional en esta locura futbolera, recibió una placa, “por todos los años acompañando al fútbol en el Club Huahuel Niyeo”.


La leyenda del reconocimiento resume lo que es: “No es el tamaño del hombre el que importa, sino el tamaño de su corazón”.

De una infancia dura al amor por su equipo


“Cuyo” tuvo una infancia dura. A los pocos años de vida, perdió a su mamá y fue acogido por una familia jacobaccina. Lo mismo sucedió con única hermana, Susana. “Ella tenía dos años y la adoptó la familia de un maquinista que trabajó en Jacobacci. Después de 50 años nos volvimos a reencontrar”, señala visiblemente emocionado.

También siendo chico, con amigos del barrio jugaba al fútbol “en la canchita del club” y soñaba con ser un gran jugador. Sin embargo, un nuevo obstáculo apareció en su vida. En un accidente perdió una pierna y aquel sueño se frustró. Pero no le quitó las ganas de seguir y superarse. “Vivíamos a la vuelta del club y siempre íbamos con amigos a jugar al futbol a la canchita. Era muy travieso. El accidente retraso mi ingreso a la escuela primaria y cuando estaba por egresar, Héctor Basterra, quien era el presidente de Huahuel en aquella época, me convocó para vender rifas, entregar notificaciones, etc. Así empecé y con el paso de los años me fui enamorando de este club”, afirma.

El intendente de Jacobacci, Carlos Toro le entrega la plaqueta de reconocimiento. Foto: José Mellado.


Desde entonces, no ha dejado de ir ni un solo día la cancha. Ya sea para ver los entrenamientos de las distintas divisiones o para “colaborar en lo que sea”.


“Viví, junto a muchas personas que pasaron y me dejaron una gran enseñanza, muchas cosas en este club. Creo que desde que empezó a jugar la Liga de Campeones en Bariloche, en la década del 70, presencié el 90% de los partidos que jugó. Ya sea en Jacobacci o las distintas localidades de Río Negro y Neuquén. Tuve la suerte de trabajar con grandes personas. Algunos que ya no están como el ´Pájaro ´ – Esteban Rodrigo- o Fabián Buganem, por ejemplo; y con otros con los que seguimos poniéndole todo lo que tenemos a esta gran institución, como los hermanos Batalla, el ´Pila´ -Néstor Alarcón-, el ´Patón´ -Antonio Mingot- y ´Tacuna´ -Febo Mondillo-, entre otros. Tengo una gratitud muy grande hacia ellos. Somos un gran equipo dentro y fuera de la cancha, creo que ese es el éxito de este club” afirma.


En una larga vida deportiva vió pasar por el club a muchos chicos y jóvenes y conoció a numerosas personas en distintos lugares. “Siempre tuvimos presente que con cualquier jugador o dirigente de otro club somos rivales, no enemigos. Eso hace que cada vez que vamos a jugar a otro lado, siempre encontramos un amigo, una puerta abierta. Además, cuando en otro lugar nombras a Jacobacci, te conocen por Huahuel Niyeo o por la Trochita, eso es un orgullo muy grande”.


Padre a ocho hijos y abuelo de once nietos, su orgullo también son los jugadores del club a quien siempre trató como sus propios hijos. “Para mí es una felicidad ver hoy a tantos chicos en el club y un orgullo que un jugador de nuestras inferiores, como Germán Cona, esté en River Plate. Me motiva a seguir. Creo que lo voy a hacer hasta que no dé más” agrega.

El Club Huahuel Niyeo, una de las instituciones deportivas más importantes de la Región Sur

El Club Tiro Federal Argentino Huahuel Niyeo fue fundado el 17 de diciembre de 1931 por un grupo de jóvenes que en aquella época buscaron proporcionar a una comunidad en crecimiento nuevas posibilidades de desarrollo espiritual y físico fomentando la práctica deportiva y de actividades culturales y sociales.

La institución vivió momentos de gloria siendo una de las más convocantes y activas en la vida de los jacobaccinos, no solo en el deporte, sino en distintas actividades que tenían como participes a los vecinos. Entre las distintas actividades y disciplinas deportivas, el fútbol y la pelota paleta fueron y son las más fuertes. Las vitrinas de la institución que actualmente preside Jorge Lavín, tiene lucen trofeos logrados en distintas competencias locales, regionales provinciales e interprovinciales.

Hace pocos días, el “León de la Meseta” tal como se lo llama al equipo de fútbol, volvió a gritar campeón en la categoría de “reserva” en la Liga Rionegrina de Fútbol.

También cuenta entre sus pelotaris, a Guiliano Martínez Palmes, quien haciendo dupla con el roquense Fausto Raimondo, ganó la medalla de oro en 49° Campeonato Argentino de Pelota Paleta, en octubre de este año, en el Trinquete Club Pelota de Chascomús.


“Huahuel es mi vida. Es una pasión que no te la puedo explicar con palabras. Es un sentimiento que no se puede medir”, afirma Julio “Cuyo” Llancamil (68 años), un vecino de Jacobacci apasionado por el fútbol y un enamorado incondicional de su Hahuel Niyeo, como si hablara de la selección de Lionel Messi.

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