Detrás del triunfo de Buteler en Cipolletti asoma el crecimiento de Tortoriello y la caída de Weretilneck

La victoria de Rodrigo Buteler en las elecciones municipales del domingo abre un nuevo escenario político en Cipolletti. Los fríos números disimulan una lectura necesaria: el crecimiento de la imagen de Aníbal Tortoriello y la fuga de votos que sufrió Alberto Weretilneck en su propia cuna política.

El ministro de Gobierno de la provincia obtuvo el 42% de los sufragios, pero el triunfo estuvo atado principalmente al acuerdo con la UCR y un sector del peronismo que fue determinante. La composición del Concejo Deliberante sirve también de medida para analizar este impacto de las colectoras.

Hacer una lectura contrafáctica sobre qué hubiese pasado sin el aporte de las colectoras resulta incómodo porque no se trata de una ecuación aritmética: es decir es incomprobable saber dónde terminaban esos votos, pero hay algunos indicios para deshilvanar el ovillo.

Hasta el recuento final tampoco se sabrá con precisión cuál fue el aporte de las boletas espejo que llevaban a Buteler como candidato. Hubo corte de boleta, pero por los números se deduce que la mayoría de los votantes de UCR y NOS UNE Río Negro aportaron al abogado de 38 años quien ya decidió a dejar el cargo provincial para trabajar exclusivamente en la transición con Claudio Di Tella, amigo personal.

Cambia Río Negro ganó más bancas en el Concejo

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La composición del Concejo Deliberante aporta datos más genuinos de las fuerzas políticas. En ese segmento, Cambia Río Negro obtuvo un triunfo rotundo sobre el oficialismo. Tanto es así que logró tres bancas de las cinco en juego y le sacó más de 10 puntos a JSRN. La votación en Cipolletti es por fórmula, es decir que la presidenta del Concejo Deliberante, en este caso Karina Alvarez, entró por esa elección y no por la de concejales.

Con el resultado provisorio, el sistema D’Hondt que rige en Cipolletti estableció que JSRN sumara dos bancas más y por eso habrá tres representantes de cada fuerza. Es decir que las colectoras solo fueron funcionales al oficialismo porque no lograron llegar al poder legislativo. Confían en lo que Buteler viene proclamando como eje de campaña que es convocar al diálogo a las fuerzas políticas incluso a los que piensan distinto.

Con esta conformación ante una votación igualada con tres votos será la presidenta del Concejo que con doble voto determinará la suerte de la discusión. Esta herramienta se usó mucho, no siempre a favor de la voluntad popular, en la gestión de Aníbal Tortoriello, entre 2015 y 2019. El oficialismo tenía cinco bancas, pero hubo una rápida fractura de dos concejales que se unieron a la oposición. Eso derivó en una puja constante que debía definir el doble voto de María Elisa Lazzaretti.

Es decir que Cambia Río Negro sumará un concejal desde el 10 de diciembre próximo, pero habrá menos representatividad ya que el peronismo que hoy tiene una banca y se quedará sin voz en le recinto. El candidato Franco Ávila de Nos Une Río Negro quedó en la puerta de poder acceder. De cualquier forma hay que esperar el escrutinio final para confirmar la composición.

La estrategia del oficialismo del «gran acuerdo» que fomentó Weretilneck fue clave en la elección en Cipolleti, no solo para ganar la elección sino para maquillar el flujo genuino de Juntos Somos Río Negro. Buteler se apoyó en un discurso de inclusión y participación y una premisa que tiene aceptación en un ámbito tan descreído como el político que es la «política joven».

El gran perdedor en Cipolletti fue Weretilneck quien no alcanzó el 30% de los votos en la ciudad que lo vio crecer como político y estuvo más de 10 puntos por debajo de su principal contrincante Aníbal Tortoriello.