El día después de los incendios que asolaron la comarca andina

Municipios, gobiernos provinciales, y el INTA evalúan los daños. El fuego arrasó 40.000 hectáreas en la Patagonia Norte.

Por INTA

Este verano la Patagonia está siendo escenario de incendios forestales que han destruído zonas pobladas y vastas áreas de bosque nativo y su biodiversidad.
A febrero de 2025 se estima que el fuego ha consumido unas 40.000 hectáreas en las provincias de Neuquén, Río Negro y Chubut.


En ese contexto el Centro Regional Patagonia Norte del INTA asiste a los productores a través de la Estación Experimental Bariloche y sus Agencias de Extensión, en conjunto con los municipios y los gobiernos de Neuquén y Río Negro, y organismos nacionales. Comienzan a evaluarse las pérdidas y a planificarse la recuperación productiva, que en algunos casos será a largo plazo.


Los incendios forestales en Patagonia no son un fenómeno nuevo. Pero la combinación de altas temperaturas, sequías y fuertes vientos propician la propagación del fuego. En Río Negro, en el Parque Nacional Nahuel Huapi se han consumido más de 10.000 hectáreas. Mientras en el Parque Nacional Lanín, en Neuquén, hasta el momento el fuego arrasó más de 23.000 hectáreas de bosque nativo con especies emblemáticas como el pewen.

“En el caso de Mallín Ahogado es el incendio de interfase más importante de la historia de Río Negro y afecta esquemas productivos”

Carlos Banacloy, ministro de desarrollo económico y productivo de Río Negro


“Estamos relevando daños junto con las comunidades, los privados, Parques Nacionales y el INTA, tanto sobre el daño a productores como pérdidas en pastizales y veranadas, al momento sin registrar pérdidas de animales por incendio a excepción de un criancero en Pilolil”, detalla Marcelo Zúñiga, Subsecretario de Producción del Neuquén. Al Parque Nacional Lanín se suman “campos privados, tierras de comunidades mapuche y tierras provinciales, sin viviendas urbanas o rurales, incluso hay mallines de veranadas qué han perdurado”, explica Zúñiga.


El impacto productivo es grave. El volumen de afectación sobre la hacienda, sin mortandad, se estima en unos 1600 vacunos (600 de comunidades mapuches y 1000 de campos privados, y 1300 ovinos, releva Zúniga. Desde la Subsecretaría a su cargo, el acompañamiento fue inmediato “con forraje y planificación integral hacia adelante en materia de actividad ganadera”. Además de comenzar la recuperación del bosque nativo y pastizales.


En cuento a la evaluación de las causas, desde el Ministerio de Desarrollo Económico y Productivo de Río Negro, Carlos Banacloy sintetiza en primera instancia “que hay una predisposición climatológica por falta de pluviometría, dado que el registro tiene una merma del 30 al 35 por ciento respecto a temporadas anteriores en la región cordillerana. Esto hace que todo esté hoy mucho más predispuesto a incendios”.

Devastador. El paso del fuego arrasó miles de hectáreas en la comarca andina.


“También influye la convivencia humana con el bosque -señala el ministro-, urbanización, loteos, el turismo con camping y refugios. Esto amerita hoy una importante revisión para planificar con mayor cuidado ante condiciones climáticas extremadamente adversas. Más la conflictividad que se genera cuando surge el condicionante de la intencionalidad del incendio, que lo agrava enormemente”.


“En el caso de Mallín Ahogado -puntualiza Banacloy- es el incendio de interfase más importante de la historia de Río Negro y afecta a muchos esquemas productivos, además de las viviendas, siendo un milagro tener solo una lamentable víctima fatal, Don Reyes” repasa sobre la tragedia de este poblador que no quiso dejar su vivienda. “Los esquemas productivos -añade el ministro- en su mayoría fueron quemados en su totalidad y en su infraestructura, como los alambres, que a veces cuestan más que le propio campo”.


La Dra. Guillermina Dalla Salda, del INTA Bariloche considera central “la gestión y manejo forestal para una mejor prevención de incendios. El pino introducido para producción forestal por su rápida tasa de crecimiento tiene alta inflamabilidad. Sin manejos adecuados estas plantaciones pueden ser un entorno propicio para la propagación del fuego”.

En Río Negro, en el Parque Nacional Nahuel Huapi se han consumido más de 10.000 hectáreas. Mientras en el Parque Nacional Lanín, en Neuquén, hasta el momento el fuego arrasó más de 23.000 hectáreas de bosque nativo.

La investigadora agrega que sin embargo “muchas áreas afectadas corresponden a bosque nativo que también pueden arder con intensidad bajo sequía extrema. El enfoque radica entonces, en el manejo adecuado para minimizar el riesgo”.


Según el informe del INTA Bariloche, al 14 de febrero, en Río Negro esto afectó a 150 unidades productivas generando “pérdidas en el sector agrícola y forestal y en la economía regional en forma directa (pérdida patrimonial) e indirecta (menor demanda de servicios por la pérdida turística). Y afectó gran superficie de un Área Natural Provincial (ANPRALE) impactando negativamente en la actividad turística y afectando el patrimonio natural (bosques nativos con su fauna, flora y biodiversidad)”.


Mallín Ahogado, en El Bolsón, es una de las zonas que más sufrió la catástrofe ígnea: más de 350 construcciones afectadas entre viviendas, galpones y corrales. Y unas 3.300 hectáreas dañadas por el fuego: en forma directa 2.500 hectáreas de las cuales unas 2000 son de bosque nativo, otras 165 de plantación forestal y 250 de chacras con cultivos, según el relevamiento realizado por el INTA.


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