Análisis: «La buena herencia» que deja Macri

Según un analista de Ámbito Financiero, hay variables que hereda la gestión Fernández que -bien aprovechadas- pueden ser un buen punto de partida para resolver parte de los problemas.

Ni economía de “tierra arrasada” ni una “preparada y lista para despegar”. Pese a los riesgos financieros (deuda y crédito), desafíos macro (inflación y recesión) y enormes problemas sociales (desempleo y pobreza), Mauricio Macri “le deja una buena herencia” a Alberto Fernández.

Así lo interpreta Jorge Herrera, analista de Ámbito Financiero, diario del empresario kirchnerista Cristóbal López.

Sostiene Herrera que “hay algunos aspectos a destacar, que si son bien aprovechados por la nueva administración serán un buen punto de partida para ir resolviendo, en parte, los desafíos y problemas heredados”. Añade: “Como señala uno de los más influyentes economistas del ámbito local, el cóctel de devaluación, recesión y licuación inflacionaria fue acomodando ´a los golpes´ cosas como el nivel del tipo de cambio real (más lógico), un menor déficit fiscal (con intereses más altos) y un menor retraso tarifario (salvo en transporte)”.

Puntualiza Herrera lo mejor que deja Macri:

• Un nivel de reservas netas en torno a los u$s 10.000 millones (recibió u$s 500 millones).Esto es importante para la deuda bajo ley extranjera e impedir la vuelta de los “buitres”. Las reservas “brutas” en torno a u$s 40.000 millones.

• Una deuda macro relevante del 60% del PBI (unos u$s 230.000 millones), lo que no es tan alto pero si altamente dolarizada, corta y cara.

• Un gasto primario (19% del PBI) y un déficit (menor a 1% del PBI) licuados por la inflación pero una alta carga de intereses (3% del PBI) y un déficit financiero no muy distinto al del 2015 (4% del PBI), sin provincias ni municipios.

• Un tipo de cambio real similar al del 2007 (o sea, mejor que el de 2015). El “dólar soja” también es mejor que en 2015 y el peso frente al real es el doble de competitivo. De modo que no se necesita comenzar con una fuerte devaluación más teniendo este cepo.

• Un sector externo superavitario en torno a los u$s12.000 millones anuales, pero con un bajísimo nivel de importaciones. Esto es clave para el mercado cambiario. El déficit externo casi desapareció y la cuenta corriente tiende al equilibrio.

• Una tasa de inflación muy superior a la del 2015. Pero donde un proyectada de 40% anual en 2020 ya parece música para los oídos locales, no para los externos. Se hizo una actualización tarifaria, aunque falta para cubrir costos, pero se han reducido los subsidios.

• Un bajo nivel de actividad, acumulándose tres años de caída del PBI per cápita. Hay una importante capacidad ociosa y un elevado desempleo.

• Un bajo nivel de demanda de dinero. Esto, si se maneja bien, puede aprovecharse. Un aumento de la demanda de pesos posibilitaría una menor tasa de inflación, siempre y cuando, se restablezca la confianza y mejoren las expectativas.


Certificado según norma CWA 17493
Journalism Trust Initiative
Nuestras directrices editoriales

Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios

Exit mobile version