Animate a descubrir Villa Pehuenia en bicicleta

Todos podemos vivir la experiencia de salir en bici por la montaña, ya sea en paseos cortos para la familia o travesías largas para deportistas entrenados.

Nos subimos a una bicicleta de montaña para explorar Villa Pehuenia, este lugar único escondido en la cordillera del norte neuquino donde el silencio se hace notar bajo el manto elegante de bosques prehistóricos.

Robustas araucarias, coloridos ñires, antiguos cipreses, maitenes y coihues, todos árboles experimentados en supervivencia que supieron afrontar las adversidades climáticas de la historia, nos invitan a rodar entre ellos, mostrándonos que el paso del tiempo sólo es un camino de cicatrices y aprendizajes.

Para esto fuimos a buscar a los expertos de la zona, que saben encontrar esos lugares inusuales y mágicos que nos ponen la piel hipersensible, despertando el estado más puro de nuestro ser.

El guía de cicloturismo Fernando Mocco nos lleva a las profundidades de lo inhóspito, donde lentamente sin darnos cuenta nos dejamos conquistar por las historias y leyendas que nos relata. Al mismo tiempo, con tips exactos y sugerencias claras, nos ayuda a mejorar nuestra técnica de manejo para intensificar el disfrute de la travesía.

La primera parada

Llega la hora de estirar las piernas. Dejamos las bicis y caminamos a orillas de un arroyo, desembocando en una laguna que nos deja boquiabiertos. Paz y quietud invaden nuestros pensamientos. Nos sentamos a contemplar, mientras el guía nos brinda un riquísimo té de jengibre, miel y limón con alfajores de harina de piñón y nos cuenta como fluye en armonía la biodiversidad milenaria del entorno.

Dueños del momento

Seguimos rodando y al parecer la historia de esta salida recién empieza: subidas y bajadas nos recuerdan que nuestras piernas y pulmones son el motor de este momento irrepetible.

Nuestro guía Fernando, motivándonos, nos ayuda a superar nuestras capacidades y nos hace entender que controlando la respiración y avanzando lento nos cansamos muchísimo menos, dejando claro que la mente cumple un rol importante para mantener la calma, anular la ansiedad y así poder sentir una verdadera aventura.

Entorno de ensueño

Vertientes, cascadas, miradores no paran de sorprendernos, hasta llegar a una increíble playa donde nuestro guía saca el mantel para deleitarnos con una nutritiva vianda casera.

Descansamos como animalitos en sus siestas, echados en la arena calentita, para luego emprender el regreso, aunque no sabemos si llamarlo regreso, ya que estos lugares y esta experiencia permanecerán siempre en nuestras retinas y corazones.

Lo que tenés que saber

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