Argentina se desangra por Ezeiza
En un país mínimamente serio es impensable que sea el propio Presidente el que viole una disposición que él mismo ordenó y que hizo cumplir con extremo rigor. En algunas provincias esas disposiciones dieron pie a excesos imperdonables y crueles que, sin embargo, merecieron loas del presidente; entre todos se destaca por mérito propio Gildo Insfrán, de Formosa, cuyos campos de aislamiento evocan momentos muy tristes de la historia mundial. Sin embargo contó con el beneplácito del Gobierno Nacional. Solo las dictaduras hacen esas barbaridades.
La fiesta del cumpleaños de la primera dama en Olivos es cinismo puro. El Presidente no está por encima de la ley y debe dar el ejemplo de que eso es así. Sin embargo, durante la Cuarentena demostró que está por encima de su propio DNU y que le interesaba más la salud y la educación de su perro que la de los argentinos. ¡No es serio!
Por el pésimo manejo de la Cuarentena se cerraron todas las escuelas del país por más de un año y hubo deserciones escolares masivas; se produjeron más de 110.000 fallecidos; hubo decenas de muertos por excesos policiales y algunos sufrieron torturas previas a la muerte. Facundo Astudillo Castro “desapareció” en circunstancias más que sospechosas y la investigación está llena de tropiezos legales. Los imputados por violar la cuarentena suman ya 47.000 personas.
Por la delirante política económica y la cuarentena eterna se fueron del país 33 multinacionales; cerraron 40.000 pymes; desaparecieron 90.000 comercios; se perdieron más de 700.000 empleos en blanco;
¿Con qué cara les dicen a los jóvenes que es falsa la afirmación de que “en Argentina la única salida es por Ezeiza”? No tienen idea del dolor desgarrador que produce la separación de la familia, provocada por la incompetencia y corrupción de los políticos. Ellos nunca sufren las consecuencias de su mal gobierno. Saben cómo cubrirse. ¡Ninguno de los políticos va a querer emigrar! Ellos están muy bien, y gracias a nuestra miserable justicia, nunca, por nada, irán a la cárcel. En Argentina, la Justicia no tiene venda que le cubra los ojos. Mientras tanto, Argentina se desangra por Ezeiza.
Humberto Guglielmin
DNI: 10.401.180
(Extracto del texto enviado)
BAHÍA BLANCA
En un país mínimamente serio es impensable que sea el propio Presidente el que viole una disposición que él mismo ordenó y que hizo cumplir con extremo rigor. En algunas provincias esas disposiciones dieron pie a excesos imperdonables y crueles que, sin embargo, merecieron loas del presidente; entre todos se destaca por mérito propio Gildo Insfrán, de Formosa, cuyos campos de aislamiento evocan momentos muy tristes de la historia mundial. Sin embargo contó con el beneplácito del Gobierno Nacional. Solo las dictaduras hacen esas barbaridades.
Registrate gratis
Disfrutá de nuestros contenidos y entretenimiento
Suscribite desde $1500 ¿Ya estás suscripto? Ingresá ahora
Comentarios