En 1986, a tres años de la reapertura democrática argentina, un grupo de obreros de la construcción que trabajaba en la represa de Piedra del Águila, provincia del Neuquén, protagonizó una huelga en demanda de mejoras salariales y condiciones de seguridad. Luego de asambleas deliberativas, los obreros decidieron marchar desde Piedra del Águila hasta la capital de la provincia: recorrieron unos doscientos treinta kilómetros a pie con el fin de que sus reclamos sean escuchados. La coyuntura parte