Cipolletti dice «basta de crímenes»

*por Fernanda Mabel García

La contundente marcha realizada días atrás tras el asesinato de la joven pampeana Agustina Fernández está señalando claramente que Cipolletti está harta de una justicia sin agilidad ni eficacia frente a la sucesión de casos dramáticos, varios de los cuales han quedado impune.
Esta pujante ciudad no puede quedar definida por un sino trágico.
La pesadilla se remonta a 1993 con el asesinato de Yanet Opazo.
Cuatro años después todos nos conmovimos por el triple crimen de María Emilia González, su hermana Paula y su amiga Verónica Villar.
Apenas dos años después, en 1999, mataron a la bioquímica Ana Zerdán.
En 2001, la kinesióloga Diana Dal Frari murió apuñalada.
En 2002 llegó el segundo triple crimen del laboratorio, cuyas víctimas fueron Monica García, Carmen Marcovecchio y Alejandra Carbajal.
Más adelante tuvimos que lamentar las muertes de Micaela Schwartz, Dora García, Agostina Gisfman.
Ahora Agostina.
Es demasiado.
La sociedad cipoleña está diciendo basta y pide acción, reacción, frente a tan dramático raid criminal en una ciudad que deberá replantear el papel del Estado y sus instituciones en el suministro de seguridad y justicia.