Germán Alonso Roldán NEUQUÉN Rusia impunemente invade Ucrania ante cierta pasividad del mundo. ¿Cómo es posible que la comunidad internacional permita semejante atropello de un autócrata hacia un país que lucha desesperada pero valientemente por defenderse ante la supremacía manifiesta de los agresores? ¿Qué falla para que no se hayan podido poner en marcha mecanismos -salvo los financieros- que neutralicen estas atrocidades? Los estragos están a la vista: no solo la destrucción y