Liliana Pradilla Sranko, neuquina de la calle Mendoza

En varias oportunidades publicamos acerca de los vecinos de la calle Mendoza, primeras cuadras hasta la Plaza Ministro González, habitantes de la segunda mitad del siglo XX de la capital neuquina.

Nombramos en esa oportunidad a todos aquellos que conformábamos una comunidad vecinal amplia, variada, heterogénea, que generaba ámbitos de amistad y de relaciones perdurables en el tiempo. Tanto es así que, si bien el urbanismo ha hecho que muchas de esas viviendas familiares fueran demolidas para la construcción de edificios horizontales, aún nos encontramos unidos por esos lazos fraternos cuando nos solemos encontrar en las calles neuquinas de hoy, de este siglo XXI que propone una Neuquén poblada por muchos migrantes venidos de otras provincias, de países aledaños o extranjeros. Una de ellas es Liliana –Lily- Irene Pradilla Sranko nació el 26 de enero de 1953 en la ciudad de Neuquén Capital.

El abuelo materno, Pedro Sranko, nació en Hungría, y su esposa, Julia Doci, era checoslovaca. De esta unión nacieron cuatro hijos: Otilia, Pedro, Pista y Rosita. En 1922 Pedro vino a la Argentina, en el interregno entre las dos guerras mundiales, para buscar trabajo; luego de un tiempo se volvió a Europa, en donde comenzó a desarrollar tareas como cocinero en el campo. En 1926 volvió a Argentina con toda la familia. De Buenos Aires al valle, en tren. Pararon en Villa Regina, pero allí la estadía fue corta porque no les permitieron quedarse por no ser italianos. Tomaron el tren y recalaron en Plaza Huincul; primero desarrollaron tareas en una fonda y posteriormente ingresaron al Campamento1de YPF, como cocineros.

Luego, los abuelos Sranko compraron una chacra en Plottier. Cuando sus hijos alcanzaron edad para ir a la escuela, se suscitó el problema del idioma: no hablaban español. Pero fue una complicación que pronto se arregló. Los varones hicieron el colegio secundario como pupilos en el Instituto Pedro Goyena de Bahía Blanca. Rosita Sranko, la mamá de Lily, había estudiado Corte y Confección.

Se casó con Raúl Pradilla, quien era Administrador y Sub Gerente de Gas del Estado, hijo de Sebastián Pradilla y Pilar Belza. Sebastián se había casado en segundas nupcias con Emma Robledo (la que para su nieta Lily siempre fue su Abue Emma, ya que Pilar murió muy joven). En 1974 Lily se casó con Javier Antonio Rodríguez, y de esa unión nació Romina Beatriz Rodríguez Pradilla en esta ciudad neuquina; se casó con Jorge de Vera y tienen una hija, Julieta de Vera.

Liliana cursó sus estudios primarios en la Escuela Nº 2 de Neuquén capital a la que concurríamos todos los vecinos porque estaba ubicada en Avda. Argentina esquina Carlos H. Rodríguez. Para llegar a ella cruzábamos el descampado de lo que después fue el edificio del Correo Distrito 22. Realizó el Colegio secundario en la Escuela San Martín de nuestra ciudad, en donde se recibió de Bachiller en 1970. Integró una de las promociones que inauguraron el edificio sito en la Avda. Argentina.

Se recibió de Profesora de Inglés en diciembre de 1984 en el Instituto Oxford de esta capital y trabajó como profesora en el mismo Instituto Oxford desde 1985 a 2003, con varios cursos de inglés. Además de desempeñarse como profesora, ejercicio el cargo de Supervisora de Inglés en la misma institución. Asimismo, fue Secretaria Académica del Instituto Panamericano de Estudios superiores, hasta el 31 de agosto de 2013 que se jubiló. Su esposo Javier era oriundo de San Francisco del Monte de Oro de San Luis, hijo de Javier Rodríguez y Eloísa Chacón.

Recibido de Maestro Normal Nacional vino a estas tierras a dictar clases, como lo hizo en escuela de Vista Alegre. Luego ingresó como personal administrativo en Gas del Estado; fue conductor de las carreras de LU 5 con Miguel Casali y luego comenzó a trabajar en la Dirección de Prensa del Consejo Provincial de Educación. En la foto que acompaña el escrito observamos a Lily con su esposo y su hija. Ambas familias están emparentadas con Roberto Sranko, disc jockey de nuestra juventud, de aquel Blip Blup que nos congregaba a los neuquinos, y Tomás Rodríguez, técnico operador de LU 5. Hoy homenajeamos a Lily Pradilla, nuestra vecina. Hace unos días partió a otra vida, y a través de ella a una parte importante de la historia de un Neuquén y el Alto Valle que continúa habitando en mis escritos.


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