Mirta Toribio, una vida de radio y televisión en la historia neuquina


Un sencillo homenaje a la vida de esta locutora que conserva su voz, que describió parte de la historia de la locución neuquina y cipoleña, y que ama esta tierra que un día la recibió.


La creación de LU5 Radio Neuquén en 1945, LU19 en 1963 y Canal 7 en 1965 hizo que numerosos profesionales de la locución se sumaran a sus micrófonos y pantalla. Mirta es un claro ejemplo de una trabajadora que nos narró vida: “Era mayo de 1967 cuando Neuquén me inundó de un sol maravilloso y un cielo inigualable. Un sol diferente al de Milton en Quimey Neuquén. La ciudad era pequeña, algunas manzanas con viviendas comunes, ningún edificio alto que pueda recordar y poco asfalto. Mi primo Raúl cumplía el servicio militar y visitarlo nos trajo hasta aquí. Había comenzado en LA26, una radio de baja potencia de la ciudad de Coronel Dorrego en la provincia de Buenos Aires. Esa experiencia posibilitó que en algunos años pudiera acceder a la habilitación Nacional luego de rendir en el ISER en Buenos Aires. Mis abuelos llegados de Italia y España, Bottinelli y Toribio. Marco Bottinelli, abuelo materno nacido en la Lombardia, vino a la Argentina muy joven. Era Maestro Mayor de Obras, en Buenos Aires conoció a Margarita Barrio y se eligieron. Ella había nacido en Piedras Albas, tierra de olivos de la Extremadura”.

“Carlos Andrés Abelino Cesáreo fue el español de apellido Toribio, venido del Real Sitio del Pardo, donde nació, y llegó al país ya casado con Teresa Blanco. Las dos familias residían en Copetonas, un pueblito del sur bonaerense donde husmear en las huertas, ver la familia ocupada carneando y jugar entre parvas sorteando animales: fue lo mejor. Casi al finalizar 1971 visité otra vez Neuquén y todo coincidió para que a principios de 1972 viviera en la ciudad que despertaba mis sueños. Me recibió LU19, La Voz del Comahue, gracias al profesor Helvecio Caldora, que me distinguía como la primera voz femenina del valle en servicio informativo. En LU19 conocí a Marina López, a Gladys Sandoval, al relator Gustavo Monti, a personas del informativo como Omar Fuentes y la particular voz grave de José Luis Datri. Luego ingresé a LU84 TV Canal 7, cuando Rodolfo Riavitz era presidente y Alfredo Sánchez gerente. Mis compañeros: Agustín Orejas, Carlos Agúndez, Cecilia Lizasoain, Margarita Aguilar, Susana Fusch, Magda Byrne y Silvia Salgado. En el estudio y en las noticias recuerdo a José Pepe Castaño, Langley y Agúndez, mientras Palmina Stefanich se ocupaba del pronóstico meteorológico y Ramón Carbonell de la dirección del informativo. Cada domingo, con la apertura, un sacerdote calificado emitía en vivo la homilía. Abrahán Thomé deleitaba con sus Poemas en la noche mientras el escultor y pintor Emilio Saraco dibujaba en vivo imágenes referidas a la poesía”.

“La suerte o el destino quiso que viviéramos el mismo tiempo de figuras notables como, entre otros, Aldo Mástice, vecino aviador, fue también creador de los símbolos provinciales y municipales. Un señor de apellido Florenbaun y su esposa tenían un programa para la mujer y en él participaba Ana de Cuadrado con su exquisita repostería. Carlos Procopiuk y Lorenzo Kelly destacaban con documentales que nos acercaban al interior de la Provincia. Jorge Fernández Garro con su Interior Neuquino capturó imágenes de todo acto o inauguración celebrada por la provincia. Milton Aguilar hacía La posta del Resero y en el estudio resonaba su voz experimentada. En diferentes períodos, sin dejar Canal 7, trabajé en LU5″.

El “maestro” de la casa era Osvaldo Arabarco que, desde la jefatura de locutores, contaba anécdotas y me instalaba en el Neuquén que iba aprendiendo. Ana María Lambert conducía Calesita, y Los sonidos del silencio se oían en la noche con la especial voz de César Bosch. Raúl Valladares, Pepe Ramos Paz, Tito del Vo, Lía Palma, Miguel Sánchez, Adela Bausela, Ricky Funes, Carmen Sanmartín, Ana Delgui, Mariana Lourdes y cada uno de los periodistas del servicio informativo”. “En el canal, Hugo Díaz realizaba cada día su programa. Rubén Bugallo explicaba a los productores el estado de las frutas valletanas y Carlos Galeano en plena tarea, recorría el edificio que tan bien conocía”.

Mirta se casó en 1975 con Marcelo: tuvieron a Sebastián, Alejandro, Marcos y Marcelo. Varios nietos completan la historia. Un sencillo homenaje a la vida de esta locutora que conserva su voz, que describió parte de la historia de la locución neuquina y cipoleña, y que ama esta tierra que un día la recibió, la apropió y vio crecer a su hijos y nietos.


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