Monumento a San Martín y el ingeniero Luis José Antonio Alonso
La apertura de la Avenida Juan Domingo Perón – hoy Avenida Argentina- nombre que tomara luego de la caída del gobierno del presidente nombrado- hacia el norte, la construcción del Comando y las casas del ejército también fueron obra de la empresa arribada en la década del ’50. Recordamos al ingeniero Luis Alonso.
Hace sesenta y nueve años -el 12 de septiembre de 1954- se inauguraba en Neuquén el monumento al Padre de la Patria, General José de San Martín: su construcción estuvo a cargo de la empresa italiana Falcone, cuyo arribo al poblado fue en 1950 para construir el edificio del Comando sobre la Avenida Argentina. Para tal obra tuvieron que abrir la calle con máquinas topadoras pues era terreno de bardas.
Con Falcone arribó, entre otros, el ingeniero Luis Alonso, artífice del monumento al prócer. La efigie, realizada en bronce, fue traída en ferrocarril desde Buenos Aires. “Su cola es maciza para equilibrar el peso en la altura”, nos dijo hace unos años don Camilo Raffy, que luchó desde siempre por la preservación de su estado desde la Asociación Sanmartiniana.
La estatua fue depositada en la Casa de Gobierno, en la carpintería que otrora ocupaba la esquina de Belgrano y Jujuy. Cuando llegó el momento de cargarla en el carro para trasladarla a su lugar de emplazamiento, tuvieron que sacar el dintel del portón donde estaba guardada, ya que no pasaba por el marco. En el lugar destinado, frente al Palacio Municipal, se hallaba la Pirámide Fundacional, razón por la que debieron trasladarla unos metros hacia el norte. En aquel entonces, el monumento era circundado por calles de tierra que hacían más altiva la figura del Libertador de América.
El ingeniero Alonso había nacido en Buenos Aires el 17 de junio de 1918 y falleció en mayo de 1969. Era hijo de don Aquilino Alonso, de origen español, y de Regina Raguzzi, italiana. Su título era de Ingeniero civil e hidráulico y arribó a nuestras tierras contratado por el ejército para hacer el Comando. Se desempeñó como profesor de matemática y física en la Escuela General San Martín, y en la Universidad del Neuquén, con sede en Challacó. Su variada labor se completaba con las mensuras en el interior de la provincia, puentes, campos, como atestiguan las numerosas fotografías que tomaba de sus obras.
Hasta el 31 de diciembre de 1952 trabajó en la empresa Falcone. Participó en la construcción de la Sede Social de Residentes Santafesinos en febrero de 1968, como consta en un pergamino de recuerdo que posee su hija. También recibió un diploma en el Centenario de la Ley Nacional 215 de Territorios Nacionales, por su colaboración. Además, fue representante técnico de la empresa contratista Vitullo y Cía. para la construcción del canal de desagüe pluvial en calle Láinez.
También estuvo a cargo de las obras de la ruta 234 Neuquén Barda del Medio. Ingresó a la municipalidad neuquina a fines de la década de 1950 y conoció al ingeniero Pedro Salvatori, al arquitecto Gasowski, a Lito Della Valentina, Pedro Rossi, entre tantos otros. Ocupó el cargo de Secretario de Obras Públicas de la Municipalidad.
Revivimos esta parte de la historia neuquina con su hija Nora Alonso, hace varios años. El ingeniero Alonso -cuya foto vemos junto con el encofrado del Monumento- fue un hombre de fieles ideales peronistas, que no se amedrentó ante la proscripción de 1955, sino que participó de toda reunión de camaradería ante la defensa de su ideología.
Un hombre que desde su labor particular y desde el municipio neuquino contribuyó a que la ciudad capital creciera y se modernizara tal como hoy es. Una calle del oeste neuquino lleva su nombre. Hoy lo volvemos a homenajear. Beatriz Carolina Chávez
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