Silvia Horne * GENERAL ROCA Hay momentos en la vida muy duros, pero también hay otros tan hermosos que no alcanza con disfrutarlos individualmente, porque al compartirlos se hacen aún más grandes. Es lo que sentí el sábado en la séptima marcha del orgullo en mi ciudad. Ver les pibes en racimos saltando de alegría y expresando en sus ropas, tatuajes, cantos bailes y sobre todo marcando fuertemente a la sociedad qué son, ¡que existen! y que esta lucha iniciada no se va a detener. La