Una sociedad vacía

Madrid

El sistema no tiene salida para las enfermedades mentales, nunca investigó a fondo la mente humana ni tampoco se interesa por darle sentido a la existencia humana, sólo ha llegado a poner interés por acumular dinero, poder, fama y, si hubiera algo relacionado con el progreso, lo hacen llamar tecnología.

Si hay un desconocimiento grande de cómo funciona la maquinaria de la mente humana es porque no ha habido un correcto interés, por lo menos hasta el día de hoy, en profundizar sobre ella, sus mecanismos, sus debilidades y fortalezas.

En cualquier caso, si hay o ha habido pensadores interesados en ella y que han aportado en el conocimiento del psiquismo, éstos han sido silenciados o apartados de las portadas.

Ésta a su vez se utiliza para manipular la mente de las mayorías, el ser humano no puede ser manipulado por lo que finalmente acaba en la locura.

Y en esta situación nos encontramos hoy, en donde la sociedad ha entrado en una vorágine de locura. Cada vez vemos más arranques violentos entre las personas, entre gente incluso de 80 y 90 años.

Los comportamientos también entre gente joven son cada vez mas autodestructivos, la tasa de suicidio entre menores ha aumentado y no parece detenerse.

Toda una sociedad se ha montado en base al consumismo con lo cual no parece extraño que ante tal superficialidad de maneras de actuar, comportamientos donde todo es externo hasta la saciedad, la gente en esta rara situación en la que se encuentra ha perdido el norte.

El suicidio es una muestra más de una sociedad vacua y vacía y que ya no tiene nada que ofrecer; eso sí, nos ofrece tecnología.

El ser humano aspira a la dignidad, se mueve por unos valores, objetivos de crear una sociedad del todo y para todos y no para unos poquitos como es la realidad actual, el ser humano es intencional y tiene la capacidad de crear espacios o mundos gracias a ella.

Jesús Antonio Fernández Olmedo

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