Paquidermo, la editorial de Neuquén que apuesta al papel y experimenta con la literatura
En 2022, Cecilia Pérez y Sebastián González crearon la editorial con el fin de poder publicar sus propios libros con una edición cuidada. Pero muy pronto comenzaron a editar a poetas emergentes y algunos más reconocidos de Neuquén. Ya llevan publicados seis títulos.
Por Mauro Moschini
Paquidermo significa “piel gruesa”. Cecilia Pérez y Sebastián González eligieron esa palabra para nombrar a su editorial porque les gustaba cómo sonaba, pero, cuando lo tuvieron que pensar mejor, les pareció que además quedaba bien conceptualmente. El proyecto surgió en 2022 a partir de la necesidad de editar sus propios libros con un cuidado estético que los dejara conformes, pero muy pronto comenzaron a editar a poetas emergentes y algunos más reconocidos de Neuquén, aunque su horizonte de expectativas va más allá de la escena literaria local. Ya publicaron seis títulos.
En el prólogo al libro Migratorias, de Verónica Padín, el poeta Gerardo Burton hace la siguiente descripción, que se adapta muy bien a otros libros de la editorial (los agrupados en su colección Síncopa): “Esta obra, que no cierra su ciclo de producción en libros, es accesible en diversas plataformas de sonido, en canales digitales y en las representaciones en vivo (…) a veces con el añadido de (y el juego con) otras disciplinas artísticas”.
Si por lo menos hasta ahora esa apertura a la interdisciplina puede señalarse como lo más peculiar de esta editorial, es porque se trata de una búsqueda y un interés en común de González y Pérez como poetas, que los llevó a ensayarla en sus propios libros y en colaboraciones con otros artistas. Durante 2020 y 2021, junto a Ariel Ojeda, Pérez y González coprodujeron el ciclo audiovisual #Desfase, que convocó y difundió a artistas de diversas disciplinas. Más tarde, también junto a Ojeda, formaron el Colectivo #Desfase, un grupo de trabajo artístico con el que presentaron durante 2024 los espectáculos “Paquidermata” y “Genealogía del deseo”, en los que confluyen el lenguaje sonoro, lo audiovisual y lo textual.

Los dos nacieron en Río Negro en 1978, Pérez en Catriel y González en General Roca. Aunque en la primera década de este siglo cursaron casi al mismo tiempo la carrera de Letras en la UNCo, no fue hasta 2018 que coincidieron y comenzaron un camino literario en común. González formó parte del grupo Celebriedades. Pérez también dio sus primeros pasos como escritora en Neuquén capital, donde asistió a talleres coordinados por Raúl Mansilla, Gerardo Burton y Macky Corvalán, entre otros. González publicó varios libros de poesía, entre los que se destacan Confortablemente adormecido (Ediciones en Danza 2008) y Yashin (Espacio Hudson, 2018). Pérez publicó, entre otros, las plaquetas Canto de niña (2018) y Poemas de este amor (2018) con el sello La cebolla de vidrio, y Libro del barro (2019) con Ediciones de agua.
“El bagaje de lecturas de Macky era impresionante e interminable”, señala Pérez, cuando cuenta acerca de sus experiencias a principios de los 2000. “Tanto en esos talleres como en una amistad posterior que se generó, dejó la semilla de la curiosidad infinita y un sin fin de lecturas y recomendaciones. También –sigue relatando Pérez– me dejó la amistad con Ángela [Jerez], porque fue ella quien me dijo: tengo una amiga que va a dar un taller en su casa y sé que te va a gustar”. Paquidermo editó en 2023 el libro Pronombres Coyunturales, de Jeréz, poeta nacida en 1961 y de extensa trayectoria en Neuquén, donde reside desde 1986. “La amistad con Ángela –señala Pérez– está marcada por intereses intelectuales. Su influencia en mi es su enorme saber y su humildad con respecto a eso. Sobre todo, que no deja jamás la intuición y la capacidad de asombrarse en la escritura, esto hace que su camino sea siempre una novedad. Haberla editado es una de mis alegrías más genuinas”.

González, por su parte, recuerda: “Con Tomás [Watkins], Raúl [Mansilla], Carlos [Blasco] empezamos juntándonos entre nosotros para intercambiar lecturas, alrededor del 2003. Para mí fue una apertura importante –sigue González– porque empecé a leer literatura cuando ya era bastante grande. Raúl ya tenía un nombre dentro de la literatura patagónica, había participado de otros grupos como la revista Coirón y la Casa de la Poesía. Gracias a Raúl, Tomás, Cristian [Carrasco] y yo empezamos a conocer otros autores y materiales que no venían de lo académico”.
Con Celebriedades (del que formaron parte, además, Juanse Villareal, Miguel Sabatini y Pablo Betesh), González hizo sus primeros experimentos interdisciplinarios: “En 2004 y 2005 con Tomás y Raúl vivimos juntos y lo veíamos mucho a Carlos. Yo toco la guitarra y empezamos a armar cosas con textos y música. Después Tomás tenía una batería y empezó tocar también y Carlos tocaba algo de percusión. Fuimos con el espectáculo por toda la región”. Y con el mismo grupo fue su primera experiencia editorial: el sello Libros Celebrios. “Los armábamos con cartón y los pegábamos nosotros. También hacíamos cosas en conjunto con Editorial Limón. Cuando íbamos a encuentros llevábamos esos libros para venderlos y ahí conocíamos otros escritores”. Aunque esta experiencia sea un precedente, González señala que “con Paquidermo empezamos a hacer un trabajo editorial propiamente dicho, trabajando con otros autores y pensando al libro como un objeto, con una selección mucho más cuidada”

P: Es un libro tuyo, Sebastián, el primero que editaron
Sebastián: Galope es un libro experimental, abierto a varias lecturas. Los textos que lo conforman inicialmente formaron parte de diversos trabajos audiovisuales. Después vi que había líneas temáticas que parecían referenciarse mutuamente, y armé un montaje de los textos con capturas de pantalla de los trabajos audiovisuales.
Cecilia: Lo presentamos en encuentros interdisciplinarios y de manera no convencional en diferentes movidas culturales de la zona. En abril cumplimos tres años y va a estar junto a los otros cinco títulos de la editorial en una presentación coral que estamos armando.
P: Ese mismo año editaron tu libro Imaginaria, Cecilia. Sus textos de prosa breve y fragmentaria le dan un aire de familia con Galope ¿no?
Sebastián: Sí, también tiene una relación con las artes visuales, pero más conceptual.
Cecilia: Por esa relación quedó seleccionado para el ciclo de exposiciones de la sala Emilio Saraco. En mayo de este año, algunos de los textos que conforman el libro serán expuestos en la sala.

P: El diseño de cada libro es impecable
Sebastián: Nos interesa mucho ese aspecto. Quien trabaja en el diseño y la diagramación de los libros, a partir de ideas nuestras, es Matías Castro Sahilices, escritor y editor de San Martín de los Andes.
Cecilia: Queremos aportar a la escena literaria –no sólo regional– la publicación de autoras/es emergentes, pero también de otros que a pesar de tener más trayectoria, por diversos motivos no han publicado tanto. Otra línea de interés editorial fuerte es lo interdisciplinario, por eso también pensamos en artistas que vienen de diversos lenguajes.
P: De 2023 también es Cowboy, un libro de poemas de Facundo Podestá
Sebastián: A Facundo lo conocimos por medio de Mauricio Giullietti. Facundo nos mandó más de 40 poemas y nosotros hicimos la selección, la corrección de muchos textos, en qué orden quedaban los poemas… Quedó muy lindo.

P: Al año siguiente editaron 2020/ Primera interrupción de flujo, de Ariel Ojeda.
Sebastián: Este libro viene de un ejercicio de arte-correo. Durante los primeros meses de la pandemia, Ariel le mandó a un montón de gente, artistas conocidos de la zona y otros lados, correos electrónicos con preguntas acerca de cómo estaban sobrellevando el encierro obligatorio y un par de consignas. Con las respuestas que le dieron, armó una edición casera del libro, que está fotografiado en una de las postales que acompañan a nuestra edición. Nosotros le propusimos reeditarlo y cambiamos el formato del diseño de tapa, le dimos la estética del correo antiguo.
Cecilia: Fue el libro que más tiempo nos llevó en cuanto al tratamiento estético y a pensarlo como un objeto en sí mismo, pero valió la pena: el año pasado salió seleccionado en una convocatoria de proyectos de edición del Festival Lumen, en IUPA.
P: ¿Dónde se pueden comprar los libros?
Sebastián: Algunos ejemplares están en librerías de la zona, pero mayormente los vendemos nosotros. Pueden encontrarnos en redes (FB: Paquidermo ediciones – IG: @paquidermo78) y comunicarse por privado.

P: Migratorias, de Verónica Padín es otro título que editaron en 2024.
Cecilia: A Verónica la conocemos hace bastante. Tenemos en común el gusto por lo interdisciplinario y los modos de proponer las lecturas de poesía. Como Ángela [Jeréz], Verónica tiene un recorrido propio dentro de la escena patagónica, con una escritura y una relación con lo musical que le da un rasgo muy distintivo a toda su obra.
Sebastián: Ella estaba haciendo el espectáculo El canto del afilador, con el músico Maxi Poles, y nosotros con Ceci hacíamos un espectáculo que se llamaba Uppercut. Los presentamos los dos en el Centro Cultural Orillas (que ahora lamentablemente cerró).
P: Están armando un catálogo súper cuidado
Cecilia: Inicialmente estamos trabajando con dos colecciones. Una se llama Síncopa, dentro de la cual nos interesa trabajar con cosas interdisciplinarias, des-generadas o de difícil catalogación (dentro de la que se incluyen Galope, Imaginaria y 2020…) y otra colección de poesía más tradicional, dentro de la cual forman parte Pronombres Coyunturales, Cowboy y Migratorias.
Sebastián: A corto plazo, estamos pensando una colección de narrativa más tradicional y ya estamos trabajando en un libro de Víctor Villagra, un joven músico y poeta de Roca que conocimos durante la pandemia y que nos parece una de las voces más originales de la nueva generación.
Por Mauro Moschini
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