A 30 años de la Convención Constituyente de la ciudad de Neuquén: homenaje y preocupación por el futuro
La anomia es el elemento corruptor de todo sistema republicano, en cuanto destruye los cimientos de la legalidad que lo sustenta, asegura el documento firmado por 12 exconvencionales.

El próximo 31 de marzo se cumplirán 30 años de la sesión de clausura de la Convención Constituyente que sancionó la Carta Orgánica del Municipio de la ciudad de Neuquén, marcando un hito fundacional en la historia de nuestra comunidad.

Cambios en la Carta Orgánica neuquina
La Carta Orgánica, contrato social de los neuquinos, estableció las bases jurídicas y políticas del gobierno municipal y su sanción marcó un punto de inflexión en el desarrollo y la autonomía de la ciudad de Neuquén. Determinó su organización y funcionamiento, garantizando los derechos y deberes de los ciudadanos, sentando las bases para un crecimiento ordenado de nuestra comunidad
Se procuró plasmar un texto que asegurara una buena administración y gestión de la cosa pública, la especial atención de las necesidades de la comunidad, y un sistema democrático acompañado de los controles internos y externos que evitaran la transgresión de esos fines. Eso marcó el rumbo de los debates.
Buscamos garantizar y ampliar los derechos de los ciudadanos, promover el desarrollo social y económico de la ciudad, preservar el patrimonio cultural y natural de nuestra comunidad, fortalecer los mecanismos de la democracia participativa y la transparencia en la gestión pública.
Promovimos la participación de los ciudadanos en la toma de decisiones, a través de mecanismos como las audiencias públicas, consultas e iniciativas populares.
Establecimos principios de transparencia y rendición de cuentas, que permitieran un mayor control ciudadano sobre la gestión pública, para reducir la corrupción y aumentar la confianza en las instituciones.
Buscamos guiar el desarrollo urbano de manera planificada y sostenible, para una ciudad más ordenada y habitable, con mejores servicios públicos que elevaran la calidad de vida de los vecinos de Neuquén. Nos propusimos garantizar y ampliar los derechos de los ciudadanos, incluyendo derechos sociales, económicos y culturales, marcando al mismo tiempo, los deberes y responsabilidades de los ciudadanos hacia su comunidad.
Procuramos fomentar el sentido de pertenencia y orgullo local, a través de políticas que valoren la cultura, historia y tradiciones de Neuquén. Dimos el marco para construir una ciudad más democrática, justa y próspera para todos los habitantes, con una Carta Orgánica flexible, que permitiera evolucionar con las necesidades y desafíos que presenta la ciudad.

Destacamos el compromiso de quienes trabajamos para crear esta Carta Orgánica sin diferencias políticas sectoriales. Nos unía el bien común. Eso se vio reflejado por la armonía que primó en los cuatro meses que nos demandó su redacción.
Como dijo el inigualable Polito Belmonte: “No es casual que la mayoría de los artículos finalmente sancionados para la Carta Orgánica hayan sido aprobados por unanimidad, lo cual pone de manifiesto que, más allá de las comprensibles diferencias partidarias, todos nos sentíamos representantes no solo de los miles de compañeros y/o correligionarios que nos hablan votado, sino de todos los habitantes de Neuquén, pasados, presentes y futuros.”
El presidente de la Convención, al cierre de la sesión el 31 de marzo de 1995, decía: “No sé si será la mejor Carta Orgánica, el futuro y el imperio de la misma dirá si hemos hecho bien nuestra labor, pero nadie va a poder decirnos que no pusimos todo nuestro conocimiento, toda nuestre sapiencia, todo nuestro esfuerzo para hacer lo mejor que podíamos”.
Resulta propicio este momento, para rendir un sentido homenaje a aquellos Convencionales Municipales (m/c) que ya no están entre nosotros, por ser pilares fundamentales de esa historia. Con ellos, definimos las bases de nuestra comunidad, un legado que trasciende el tiempo y que nos recuerda que una sociedad se construye con ideales firmes, trabajo conjunto y el anhelo de un futuro mejor. Su memoria vive en cada artículo y en cada derecho consagrado por la norma que rige los destinos de nuestra querida ciudad de Neuquén y su gente.
Finalmente, queremos manifestar nuestra profunda preocupación por las violaciones a la letra y espíritu de la Carta Orgánica que se vienen cometiendo. Solo a título de ejemplo, entre otras, la reforma disfrazada de enmienda, desestructurando los controles internos y eliminando el control ciudadano cada dos años.
Alterando el sistema republicano de división de poderes, al quitar al Concejo Deliberante la facultad de elegir libremente quién es su presidente, para concedérsela al intendente.
La anomia es el elemento corruptor de todo sistema republicano, en cuanto destruye los cimientos de la legalidad que lo sustenta. No hay progreso institucional ni individual posible, sin el estricto cumplimiento de las normas que regulan la convivencia democrática y armónica de la comunidad.
* Ex convencionales por el MPN, UCR, Frente Grande y PJ, respectivamente . Se suman las firmas de Susana Hernández, Graciela Carrión, Alvaro Quintana y José Luis Lozano (MPN), Rodolfo Medrano (UCR), Humberto Zambón (FG), Graciela Bordieu y Carlos Lertora (PJ).

El próximo 31 de marzo se cumplirán 30 años de la sesión de clausura de la Convención Constituyente que sancionó la Carta Orgánica del Municipio de la ciudad de Neuquén, marcando un hito fundacional en la historia de nuestra comunidad.
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