Los trabajadores se preocupan por el agotamiento laboral, el coste creciente de la casa y la crianza o la presión social para casarse. (AP Photo/Mark Schiefelbein) Wu Di está casado, tiene un segundo hijo en camino, posee un apartamento en Pekín y un coche financiado con un empleo bien pagado en el sector tecnológico. A su manera, realizó el “Sueño chino”. Incluso superó la barrera de las restrictivas normas de residencia de China para mudarse desde la provincia oriental de Shandon