Tecnofeudalismo o Democracia
Disciplinar a los trans no es solo un problema de trans. Es un primer paso para limar los derechos humanos y la cultura de la democracia hasta sustituirla por monarquías de CEOs.

Sin convocatoria partidaria, el colectivo LGTBI se auto organizó, espontáneamente, en el Parque Lezama de CABA, para decidir acciones ante los dichos lgtbfóbicos del Presidente Milei en el Foro de Davos. Estas asambleas desembocaron en la Marcha Antifascista que, en Buenos Aires, y en muchas ciudades del país, se desarrolló el pasado 1° de febrero.

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Las características organizativas distintivas fueron: espontaneidad, autoconvocatoria, auto-organización, democratización del uso de la palabra y no violencia activa. Características coherentes con sus motivaciones: la defensa de derechos inalienables de la persona humana, solo posible en el sistema democrático. Sistema éste respetado en sus formas, pero incompatible en su contenido con el autoritarismo, la agresión verbal, la estigmatización de minorías, la intolerancia política, el desprecio por las instituciones de la democracia. O la amenaza de violencia (“van a correr”). Todos extremismos opuestos al diálogo social, ínsito a toda democracia.
El colectivo LGTB ya venía acumulando agresiones. La entonces ministra Mondino asociaba personas LGTB con personas sucias o piojosas. Carlos Rodríguez, exasesor económico de Milei, afirmaba que le “duele la barriga” cuando ve dos hombres besándose. Milei, en su entrevista con Jaime Bayly comparaba relaciones homosexuales con sexo con elefantes. El ministro Cúneo Libarona afirmó en Diputados “ nosotros rechazamos la diversidad y las identidades sexuales que no se alinean con la biología”.
El discurso de Milei, en Davos colmó el vaso y la reacción fue inmediata: la Marcha Antifascista sorprendió a un gobierno que, por un lado negaba que se dijo lo que se dijo y por otro atribuía intencionalidad política y represalió con los DNU 61/2025 y 62/2025. Uno, para que a personas presas que transicionan de género no se alojen en cárceles de mujeres. Otro, para prohibir las prácticas médicas trans a menores.
La invocada motivación del primero es proteger a las mujeres detenidas. Motivación poco creíble, a la luz de la reiterada prédica del oficialismo de “meter bala” y “hacer un colador” de los delincuentes. Amén de “proteger mujeres”, cuando proponen derogar el delito de femicidio.
La motivación del dnu 62/2025 de proteger los derechos del niño, también resulta poco creíble. Cerca de la Casa Rosada, infinitos papelitos con siluetas femeninas y número de teléfono, ofertan sexo, en las que no falta la explotación de menores, imposible sin la connivencia de funcionarios del Estado. La ministra Bullrich, que también firmó estos decretos, había dicho que Loan (el niño desaparecido en Corrientes) podía estar “en la panza de un animal”. Niño aún no encontrado, pese a todos los recursos tecnológicos y materiales que dispone el Estado. La evidente vista gorda a la trata infantil deja muchas dudas respecto de que la motivación sea proteger niños.
El art. 26 del Código Civil y Comercial permite a los adolescentes de 16 años decidir sobre su cuerpo como si fueran adultos, pero no los trans, prohibido por DNU. También ese Código permite prácticas médicas a adolescentes mayores de 13 y menores de 16 años autorizados por sus padres. Pero el DNU se lo prohíbe a aquellos que sean trans. Así una adolescente puede hacerse las lolas, pero prohibido si es trans. Evidentemente la finalidad de ambos DNU es discriminar lo trans
El diputado socialista Esteban Paulón manifestó: “Hay una operación de odio y demonización del colectivo travesti-trans, el más vulnerable de nuestra sociedad. Lo eligen para señalarlo porque es el eslabón más débil”. Agregamos: no solo por débil, además desafía al autoritarismo, y lo sobrevive, desde hace 3.500 años.
El tecnofeudalismo requiere sumisiones globales. Disciplinar trans no es solo un problema de trans. Es un primer paso para limar los derechos humanos y la cultura de la democracia, hasta sustituirla por monarquías de CEO empresarios, como lo propone el neo-reaccionario Curtis Yarvin.
A lo largo de toda la historia nosotras, las personas trans siempre hemos sobrevivido. La naturaleza nos sigue pariendo trans. La democracia , no tuvo la misma suerte. Hoy, la democracia en el mundo está en peligro.
(*) Abogada (UBA 1993) Profesora universitaria. Integrante del Foro Argentino Contra la Transfobia.
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