Carry trade, atraso cambiario y FMI, los tres pilares del modelo económico de Javier Milei
En medio del ruido de la política, el gobierno confirma la decisión de usar el dólar como ancla, apuesta a la ayuda del Fondo, y recomienda al campo “hacer tasa”. La discusión con el organismo multilateral, gira en torno a una posible devaluación.
No fue una semana más para la gestión Milei. El error no forzado del discurso presidencial en Davos y su correlato en una marcha de protesta masiva y trasversal, puso al gobierno en la necesidad de “salir a jugar” para retomar el control de la agenda.
El mandatario brindó el lunes una entrevista exclusiva en la que denostó la marcha, reafirmó sus dichos en Davos, volvió a cargar contra Lali Espósito, y afirmó que “los nazis eran de izquierda”. Al día siguiente, se anunció una medida de impacto: la salida de Argentina de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en línea con el anunció que días atrás había realizado Donald Trump en Estados Unidos.
Por último, la media sanción a la suspensión de las elecciones primarias abiertas simultáneas y obligatorias (PASO) en 2025, permitió al gobierno retomar definitivamente el centro de la escena política. El debate en Diputados eclosionó la interna del justicialismo, donde con el trasfondo de la disputa entre Cristina Fernández y Axel Kiccillof, buena parte de la bancada kirchnerista terminó acompañando la iniciativa del oficialismo.
En definitiva, una semana en que la discusión económica quedó escondida tras la cortina de la política. Detrás de ese telón, tres vectores que atraviesan la macro siguen generando más preguntas que respuestas: el atraso cambiario, las reservas del Banco Central, y el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.
El Fondo, el atraso y el cepo
La entrevista de Javier Milei con Esteban Trebucq, no solo dejó títulos políticos resonantes, tuvo también una perla escondida en materia económica. Una semana después de anunciar desde Suiza que el cepo cambiario es “un mamarracho que se terminará este año”, el presidente usó el mano a mano para “estirar” el final de las restricciones cambiarias hasta 2026.
“El 1° de enero de 2026 el cepo no existirá. Si hay un desembolso del Fondo podemos hacerlo más rápido. Hay que ver cómo queda estructurado el programa, cómo se calzan los fondos, eso va a determinar la salida del cepo”, anticipó el presidente. En un solo párrafo, Milei resumió la postura oficial sobre los tres temas más relevantes para la economía nacional, el cepo, las reservas y el Fondo.
“El acuerdo no implica una devaluación. Tampoco implica que una vez hecho el acuerdo con el Fondo, se sale de las restricciones cambiarias al día siguiente”.
Ministro de economía Luis Caputo.
Como suele suceder cada vez que el presidente habla, luego “alguien” se ve obligado a “aclarar”. El encargado esta vez, fue el ministro de economía Luis Caputo. En diálogo con Luis Majul, Caputo afirmó en primer lugar que el acuerdo con el FMI no implica una devaluación, pero sobre todas las cosas, aclaró que “tampoco implica que una vez hecho el acuerdo con el Fondo, se sale de las restricciones cambiarias al día siguiente”.
El conductor de la economía enfatizó además que los potenciales desembolsos del organismo “nos aceleran la recapitalización del Banco Central, que de otra forma nos llevaría un año”. La traducción es sencilla: la plata del Fondo debería fortalecer las reservas, y en el mediano plazo, eso permitiría abrir el cepo.
La pregunta que se hacen en el FMI, es quién garantiza que una vez ingresados los desembolsos y abierto el cepo, el dinero enviado por el organismo no se escurra como agua entre los dedos al igual que en 2018, a raíz del profundo atraso que reviste el tipo de cambio oficial.
"No va a haber ninguna devaluación por el acuerdo con el FMI"
— Corta 🏆 (@somoscorta) February 6, 2025
Luis Caputo explicó que "el programa con el Fondo Monetario Internacional acelera la recapitalización del Banco Central" y adelantó: "No va a implicar salir del cepo al día siguiente". pic.twitter.com/0JWgQlQSJz
En el Fondo celebran el perfil de Javier Milei. Pocas veces antes en la historia reciente hubo un gobierno argentino tan dispuesto a aplicar las históricas recetas que el organismo impone a los países a los que asiste. Advierten no obstante, que el orden fiscal y la re estructuración del Estado, no son suficientes.
La portavoz del organismo Julie Kozack, destacó el jueves “el tremendo progreso de Argentina en la reducción de la inflación, la estabilización de la economía, el regreso al crecimiento”, y anticipó que “el nuevo programa tendrá como objetivo aprovechar los logros alcanzados hasta ahora y, al mismo tiempo, abordar los desafíos restantes que enfrenta el país”.
Advirtió además sobre “la necesidad de continuar adoptando un conjunto consistente de políticas fiscales, monetarias y cambiarias al tiempo que se impulsan reformas que mejoren el crecimiento”.
En pocas palabras, si bien Kozack evitó responder respecto a la exigencia de una devaluación como condición para el acuerdo, dejó entrever que el Fondo no está cómodo con la idea de volcar nuevos desembolsos sobre un esquema de atraso cambiario.
Afirma que algunos precios están "adelantados", lo que en otras palabras significa que el resto está "atrasado". Al final, todo se reduce a los precios relativos. Pero, curiosamente, lo único que nunca se adelanta son los salarios. Ahora la gran pregunta es: ¿Cómo lo arreglaran? pic.twitter.com/qYjWkRSaAo
— Nicolas Schamne (@SchamneNicolass) February 6, 2025
En el gobierno mientras tanto, no solo se sostiene la determinación de profundizar el atraso, sino que las justificaciones comienzan a transitar el terreno del ridículo.
Durante la entrevista con Majul, el ministro de economía dejó caer una de esas definiciones que logran inscribirse en los archivos históricos del grotesco. “Sí es cierto que algunos precios están adelantados. No es que el dólar está atrasado”, afirmó Caputo. No hay remate.
Modelo carry
En lo subterráneo de la agenda de la semana, una noticia sacudió del letargo a quienes sostienen que el impacto del ajuste sobre la economía ha sido marginal. Tres empresas vinculadas al agro se declararon en default y anunciaron la convocatoria de acreedores. Grobocopatel, uno de los grupos agrícolas más grandes del país, Sancor, la histórica empresa láctea, y Surcos, dedicada a la provisión de insumos agrícolas. Todo un síntoma del momento que vive el campo.
La decisión política de la gestión Milei/Caputo, es anclar las expectativas en el atraso cambiario, y la herramienta es el diferencial de tasa. El crowling peg al 1% que se puso en marcha en febrero asegura dólar oficial “planchado” para quienes hagan sus colocaciones en pesos a una tasa mensual del 2,4%.
Mientras dure, el esquema supone una ganancia asegurada en dólares, que pocos instrumentos en el mundo ofrecen. Todo el modelo de la gestión económica libertaria se sostiene en el carry trade.
En medio de la incertidumbre por la crisis que atraviesa el sector, el mensaje oficial al campo es una invitación para subir a “la bicicleta”.
El crowling peg al 1% que se puso en marcha en febrero asegura dólar oficial “planchado” para quienes hagan sus colocaciones en pesos a una tasa mensual del 2,4%.
El titular del ARCA, Juan Pazo y funcionarios del ministerio de economía mantuvieron este martes una reunión con el Consejo Agroindustrial Argentino (CAA). Ante el reclamo que los representantes de un importante eslabón del agro trasladaron a los hombres del gobierno, Pazo retrucó con toda una sentencia: “vamos a esperar, tienen que vender ahora, tendrían que hacer carry trade los productores”.
Frente al pedido de profundizar la rebaja de retenciones, la respuesta que se ofrece al campo es la especulación financiera. En el equipo económico calculan que hay un remanente de al menos u$s 3.000 millones por liquidar de la cosecha anterior. Estiman además que si los exportadores adelantan en el primer semestre parte de las retenciones de la campaña 2025, estaría asegurado “el colchón” de recaudación para llegar a las elecciones, y que si la economía crece según las expectativas, la recuperación del consumo aportará la recaudación necesaria en la segunda mitad del año.
La idea sigue sin convencer a los exportadores. El motivo principal es que precios de los comodities son bajos en relación a las cotizaciones históricas, un escenario que se ve reforzado por el fortalecimiento global del dólar.
Pero sobre todas las cosas, para aprovechar la rebaja de retenciones y subirse al “carry” como sugiere el gobierno, los exportadores se ven obligados a registrar por adelantado los contratos y liquidar las divisas a los 15 días. Ello requiere buscar los dólares en el mercado o usar tenencias previas. Ambas opciones lucen riesgosas cuando previo a un acuerdo inminente, el Fondo pareciera exigir una devaluación.
No fue una semana más para la gestión Milei. El error no forzado del discurso presidencial en Davos y su correlato en una marcha de protesta masiva y trasversal, puso al gobierno en la necesidad de “salir a jugar” para retomar el control de la agenda.
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