Director del Cippec analiza la baja de la natalidad en Argentina: ¿menos alumnos en las escuelas?

Entrevista con el doctor Manuel Mera, quien está a cargo del área de Protección Social de la entidad.

Matrícula escolar, bono demográfico, embarazo adolescente y despenalización del aborto. Estas y otras aristas de la reducción de la fecundidad en Argentina son analizadas por Manuel Mera, director de Protección Social del Cippec (Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento), en diálogo con Diario RÍO NEGRO.

PREGUNTA: Los últimos datos indican que el número de nacimientos en Argentina cayó un 7% en el último año. ¿Representa un problema para el país? 
RESPUESTA:
Esta situación responde a una transformación profunda en la estructura demográfica del país. Desde 2015, la fecundidad global ha caído un 43%, y la tasa de fecundidad adolescente se redujo aún más drásticamente, en un 66%. Por un lado, esta tendencia nos acerca a niveles de natalidad similares a los de América Latina, Europa y algunos países de Asia. Sin embargo, lo que resulta sorprendente es la velocidad del cambio. En apenas una década, Argentina ha experimentado una transición demográfica que en otros países tomó varias décadas. Este fenómeno plantea importantes desafíos para las políticas públicas. La estructura social cambia y, con ella, deben cambiar las estrategias de planificación en educación, mercado laboral y sistema de protección social. Si hace 15 años la discusión giraba en torno a la necesidad de ampliar cupos en las escuelas, hoy el desafío es reordenar los recursos educativos para una matrícula menor. En términos de empleo, la expectativa de una población activa más reducida obliga a repensar cómo garantizar el crecimiento económico y la sostenibilidad del sistema previsional, que tradicionalmente se financia a través de las contribuciones laborales. 

Si hace 15 años la discusión giraba en torno a la necesidad de ampliar cupos en las escuelas, hoy el desafío es reordenar los recursos educativos para una matrícula menor.

Manuel Mera, director de Protección Social del Cippec.

P: ¿Y plantea también oportunidades?
R:
Sí. La baja en la natalidad implica un mayor “bono demográfico”: una mejora en la relación entre la población activa y las personas dependientes (niños y adultos mayores). Con menos nacimientos, hay más recursos disponibles por cada niño, lo que permitiría fortalecer la inversión en su educación y salud. Si se gestionan bien las políticas públicas, estos niños podrán acceder a mejores oportunidades de desarrollo, logrando una población futura más capacitada y productiva. Un dato particularmente positivo es la fuerte reducción de los embarazos adolescentes -en su gran mayoría, no son buscados-. Esto significa que más adolescentes podrán terminar la escuela secundaria, acceder a estudios superiores o insertarse en el mercado laboral en mejores condiciones, mejorando así sus trayectorias laborales y su calidad de vida. En síntesis, la caída en la natalidad no es en sí misma un problema, pero sí un cambio estructural que exige una reconfiguración de las políticas públicas. La clave estará en aprovechar esta transición para construir un país con mayor equidad y oportunidades para las próximas generaciones. 

«Con menos nacimientos, hay más recursos disponibles por cada niño, lo que permitiría fortalecer la inversión en su educación y salud.»

Manuel Mera, director de Protección Social del Cippec.

P: ¿Es esperable que esta tendencia se profundice con el correr de los años? 
R:
Hacer predicciones a futuro siempre es complejo, especialmente en un contexto donde la velocidad del cambio en la natalidad en Argentina ha sido inesperada. En otros casos, luego de una disminución pronunciada, se ha registrado un pequeño rebote en la fecundidad. Por lo tanto, si bien es difícil prever con certeza la evolución de esta tendencia, lo más esperable es que la natalidad en Argentina no siga cayendo al mismo ritmo y, en cambio, se estabilice o experimente ligeras variaciones en los próximos años. 

P: ¿Qué parte de los problemas del sistema previsional está explicada por esta dinámica? 
R:
En el otro extremo del espectro demográfico, además de la baja en la natalidad, estamos viendo un aumento sostenido en la expectativa de vida. En los años 90, la expectativa de vida en Argentina era de 72 años; hoy es de 77, y para el 2100 se estima que alcanzará los 85 años. Esto significa que, en poco tiempo, tendremos una población mucho más envejecida. Desde la perspectiva del sistema previsional, este cambio tiene un impacto directo: habrá menos personas en el mercado laboral activo y más personas en edad de jubilarse. Esto altera la relación entre aportantes y beneficiarios, lo que nos obliga a repensar el diseño del sistema previsional. El desafío central es garantizar la sostenibilidad financiera del sistema sin comprometer su capacidad de brindar cobertura amplia ni generar un gasto que termine afectando el desarrollo económico del país. Esto implica revisar cómo y en qué condiciones se estructuran los beneficios y la financiación, buscando un equilibrio que permita responder a esta nueva realidad demográfica. 

En poco tiempo, tendremos una población mucho más envejecida. 

Manuel Mera, director de Protección Social del Cippec.

P: ¿La despenalización del aborto es relevante en la reducción de la natalidad? 
R:
La caída de la natalidad en Argentina comenzó varios años antes de la aprobación de la ley de acceso a la interrupción voluntaria del embarazo. Desde 2014, se observa una disminución muy pronunciada en la tasa de fecundidad, lo que indica que este fenómeno responde a múltiples factores. Entre las causas principales se encuentran aspectos culturales, como los cambios en el balance entre familia y trabajo, las nuevas configuraciones de la estructura familiar y el deseo de tener menos hijos para poder dedicar más tiempo y recursos a su crianza. También hay factores tecnológicos, como la mayor disponibilidad de métodos anticonceptivos de larga duración, entre ellos los implantes subcutáneos, que comenzaron a implementarse como política pública en 2014. El impacto específico de la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo  en la natalidad es difícil de medir, ya que la ley no introdujo una práctica completamente nueva, sino que legalizó algo que ya existía.  

PERFIL
Manuel Mera


  • Es licenciado en ciencia política por la Universidad Torcuato di Tella, y Magister y Ph.D. en Gobierno por la Georgetown University.
  • Es experto en investigación en salud, políticas laborales y políticas sociales.
  • Fue consultor para el Banco Interamericano de Desarrollo, el Banco Mundial, el Gobierno de la Nación Argentina y El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
  • Fue director de Estudios y Relaciones del Trabajo en el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación.

Certificado según norma CWA 17493
Journalism Trust Initiative
Nuestras directrices editoriales
<span>Certificado según norma CWA 17493 <br><strong>Journalism Trust Initiative</strong></span>

Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios