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Papas en Río Negro: la historia de un megaproyecto fallido y el gran potencial de los valles 

Una multinacional canadiense líder en papas fritas, posee en Valle Medio 23.000 hectáreas. Los campos fueron arrendados por otro mega productor nacional. El epicentro es la localidad de Luis Beltran, donde hoy se producen 15.000 toneladas anuales. Durante la cosecha se generan 140 puestos de trabajo.

Es la crónica de una de las tantas ideas que quedaron truncas en la Argentina, pero con un atenuante en este caso particular: hay quienes impidieron que lo ya hecho haya sido en vano.

A 10 kilómetros de la localidad rionegrina de Luis Beltrán, en el Valle Medio del río Negro, la familia dueña de la firma canadiense McCain compró a finales de los 90 un total de 23.000 hectáreas. Allí produjo papas por más de una década.

McCain es la mayor productora mundial de papas fritas congeladas. Este gigante alimenticio tiene más de 60 fábricas en todo el mundo y emplea a más de 20.000 personas. En Argentina, la compañía invirtió más de US$140 millones para la construcción de una planta de última generación en la localidad bonaerense de Balcarce, zona papera por excelencia del país, generando cientos de empleos directos y miles de forma indirecta.

El objetivo final de la incursión de McCain en Luis Beltrán era promover la creación de un polo papero en la zona y la instalación de una segunda planta procesadora en Argentina. Esto nunca sucedió.

McCain en el Valle Medio: la apuesta que no llegó a fábrica


La adquisición de las 23.000 hectáreas en el norte patagónico tuvo lugar en 1998. Allí, McCain emprendió una gran obra para la instalación de un sistema de riego de 15 pivotes, abastecidos con agua del río Negro. Se destinaban a la producción de papas entre 400 y 450 hectáreas por año para abastecer a la planta de Balcarce. En el resto del terreno irrigado se hacía rotación con otros cultivos.

Además de la infraestructura para riego, la empresa instaló en el Valle Medio oficinas, un galpón para la maquinaria, almacenes para papa y un laboratorio para hacer análisis de calidad. En total, se empleaban en forma directa a 16 personas, según cuenta Gustavo Franco, quien trabajó en McCain durante más de una década y hoy es el encargado del campo en cuestión.

Al megaproyecto le faltó, sin embargo, el último eslabón local. La idea original detrás de la compra de ese campo era que se desarrollara un área productiva y, al cabo de unos años, instalar una fábrica en la zona con salida por mar cercana. Esto no prosperó.

Pivotes. El riego se realiza mediante pivotes que toman el agua del curso del río.

De hecho, ya en 2014 la historia de la multinacional en Río Negro tiene un punto de inflexión. McCain dejó de producir papas en Luis Beltrán, redujo en un 75% su planta de personal, y puso en alquiler el campo. “Se alquilaban uno o dos lotes, no más que eso”, recuerda Franco.

El Dr. Daniel Caldiz, exdirector global de Agronomía de McCain y ahora consultor internacional en papas y socio fundador de AgriCal Cono Sur S.A., explicó que no era económicamente viable enviar papas desde Río Negro a la planta de Balcarce para su procesamiento: en total son casi 800 km de distancia con un costo de flete de entre 50 y 60 dólares por tonelada.

Esto explica por qué la idea original de la compra incluía la construcción de una planta procesadora en el lugar: había que evitar el costo del transporte. La pregunta que surge naturalmente es por qué nunca se instaló la fábrica.

Riego. La ventaja natural de la cercanía con el río, es clave.

“No podés tener una planta de procesamiento haciendo solamente producción propia, corrés todos los riesgos. Y en el Valle Medio nunca se juntó un volumen crítico de productores ni de toneladas como para que se justifique poner una planta. Ahí el principal productor era McCain que hacía 400 hectáreas, lo que no alcanza para poner una planta ni mucho menos”, sostuvo el consultor.

Antes de ser empleado de McCain, Daniel Caldiz había sido contratado por la firma para hacer la evaluación previa del campo en Luis Beltrán. En ese entonces, se desempeñaba como profesor de Fisiología Vegetal e investigador del Conicet (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas) en la Facultad de Agronomía de La Plata.

La papa es la hortaliza más consumida de Argentina y del mundo. La localidad de Luis Beltrán se ofrece como un polo productivo de enorme potencial.

Al no desarrollarse en torno a Luis Beltrán el polo papero que se buscaba, el sueño de la fábrica se desvaneció. Y, sin la fábrica, el desarrollo agrícola de McCain en la provincia dejó de tener sentido económico. Así, en 2014 se decide la interrupción de la producción, el recorte de personal y la puesta en alquiler del campo.

El más reciente capítulo de la historia tuvo lugar en 2020. El campo fue totalmente arrendado por Martín Pasman, uno de los mayores productores de papas del país y presidente de la filial argentina de Valley, reconocida empresa proveedora de sistemas de riego. Grupo Pasman tomó los empleados restantes de McCain, incluido Gustavo Franco que quedó a cargo del campo que hoy produce otra vez. Las papas están incluidas en el catálogo.

La reactivación: del megaproyecto fallido al rescate exitoso


“Voy a agarrar el campo y ponerlo en producción, esto no puede estar así, vení a trabajar conmigo que vamos a producir mucho y bien acá», le había dicho Pasman a Franco en 2020 cuando conoció el campo y vio la infraestructura que estaba en desuso. El empresario agregó cinco pivotes para pasar de 15 a 20 y llegar a las mil hectáreas bajo un sistema de riego que cuenta con cañerías subterráneas y estación de bombeo.

«Tenemos 250 hectáreas con papas, con rindes de 70 toneladas por hectárea”, contó el encargado del campo. Esto está en línea con los rendimientos observados en los valles del río Negro, pero es el doble del promedio nacional. En el lugar también se produce con excelentes resultados cebolla, ajo y trigo (que se usa para rotar).

En la actualidad, los campos que gestiona Grupo Pasman arrojan una producción de 15.000 toneladas de papa al año, y generan 140 puestos de trabajo.

Gustavo Franco indicó que cada temporada se cosechan en el campo más de 15.000 toneladas de papas, las que se venden entre marzo y junio al mercado fresco casi en su totalidad. En ese lapso, varios camiones salen a diario del establecimiento para llevar esta hortaliza a todo el país. “Tenemos clientes en Río Grande (Tierra del Fuego), en Orán (Salta) y en Oberá (Misiones)”, detalló.

La mejor noticia detrás de la reactivación es que el Grupo Pasman genera en el campo la misma cantidad de puestos de trabajo permanente que McCain antes del 2014. La Secretaría de Agricultura de Río Negro agregó que, durante la cosecha, se crean 140 empleos (directos e indirectos).

Las condiciones medioambientales propicias de la zona, la abundancia y calidad del agua del río Negro para el riego, la muy buena labor humana en términos de rotación y siembra directa, y el uso de tecnología de punta explican el éxito del proyecto en la producción de papas.


Es la crónica de una de las tantas ideas que quedaron truncas en la Argentina, pero con un atenuante en este caso particular: hay quienes impidieron que lo ya hecho haya sido en vano.

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