El presidente Alberto Fernández y los gobernadores peronistas lanzaron el jueves una iniciativa para ampliar la Corte Suprema a 25 jueces, con el argumento de llevar “eficiencia, federalismo y paridad de género” al cuerpo. En realidad, se trata de un nuevo intento de “apriete” político al máximo tribunal, que de concretarse desnaturalizaría su función, transformándolo en un sitio de intercambio de favores corporativos y claramente dependiente del Poder Ejecutivo, anulando la división de poderes