Los resultados de las pruebas Aprender, aplicadas en 2021 a alumnos de sexto grado de todo el país, confirmaron los catastróficos efectos de la pandemia y el deterioro social en los aprendizajes de los niños, algo que parece no conmover a la mayoría de la dirigencia política, enfrascada en debates electorales y más preocupada en señalar culpables que en aportar soluciones. Un reporte del Banco Mundial alertó esta semana que los saberes básicos en toda Latinoamérica retrocedieron una década