El gobierno apeló esta semana a la que pudiera ser su última chance de revertir una crisis económica y política cuya espiralización llegó a niveles alarmantes y cuya reversión es más compleja a medida que pasan los días si no se toman medidas drásticas y efectivas para revertirla. La última apuesta se llama Sergio Massa, quien llega como un superministro de economía, pero con el desafío de mostrar resultados rápidos en reducir el gasto público y acumular reservas en el Banco Central para de