El gobierno cerró quizás su peor semana, con atisbos de querer hacer un control de daños sobre una crisis autogenerada, pero también con señales de que la disputa interna que lo ha paralizado desde hace más de un año está lejos de resolverse, mientras el país mira azorado cómo la frágil recuperación pospandemia se diluye en medio de la inestabilidad y la incertidumbre. La intempestiva salida del ministro de Economía Martín Guzmán generó un cimbronazo político y económico, incomodando no sól