La pulseada a cielo abierto que mantienen el presidente y su vice no sólo complica el funcionamiento del gobierno sino que erosiona peligrosamente la imagen del país y la política exterior argentina, con mensajes contradictorios que confunden y paralizan a nuestros diplomáticos y generan desconfianza en aliados actuales o potenciales en las gestiones para normalizar la relación con el Fondo Monetario Internacional y conseguir las inversiones que necesita nuestra economía. En los últimos día