Cómo fue vivir dos de los terremotos más fuertes de México para una neuquina

Marta De Cea es una protagonista de la historia: fue docente en la Universidad del Comahue, fundó la emblemática librería “Libracos” y era militante justicialista en 1976 cuando cuatro hombres vestidos de civil que decían ser del Ejército se la llevaron al centro clandestino “La Escuelita.”

Luego tuvo que exiliarse a México, en donde vive desde entonces junto a su pareja, el cineasta Modesto López, y donde le tocó vivir los dos terremotos más intensos en la historia del país, el de 1985 y el que sacudió el Distrito Federal anoche.

“Anoche se notó mucho la solidaridad de la gente que vivió aquel temblor del ‘85, que fue el 19 de septiembre, porque cuando salíamos a las calles, se juntaba, se aglutinaba, se abrazaba. A pesar de que la gente tenía mucho miedo sentíamos que no estábamos solos” valoró la mujer.

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Marta diferenció dos aspectos sobre el fenómeno que ocurrió hace 32 años con el actual y que estuvieron vinculados con el daño que causaron. El primero fue un terremoto trepidatorio, o sea con sacudidas verticales, mientras que este fue oscilatorio. Además, en la actualidad la ciudad está mejor preparada para enfrentar estas situaciones, con construcciones antisísmicas y una alarma para avisar a la población que se ponga a resguardo.

Esta alarma se había disparado la noche anterior al sismo, contó la docente jubilada, pero no pasó nada y describió: anoche sí fue muy fuerte, de 8,4 de magnitud, hubo réplicas, pero suaves, y se espera una más fuerte, de 7 grados.

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En al ciudad se suspendieron las clases y las actividades de algunos organismos para poder controlar y reparar los daños. Hubo cortes en el suministro de electricidad en algunos sectores, pero se restableció, y se le pide a la gente que deja solas sus casas, que corte la luz y el gas por precaución.

Marta resaltó que hay otras zonas mucho más afectadas, como Chiapas y Oaxaca, para las que se están organizando campañas solidarias.