El cuidado de los bosques está a la deriva

El Servicio Forestal Andino es el organismo encargado de cuidar la tala clandestina y no tiene director desde hace 5 años. Tiene un solo inspector.

La delegación local del Servicio Forestal Andino funciona desde hace largo tiempo con una dotación mínima de personal y padece una crónica escasez de recursos, a pesar de todos los reclamos formulados por los propios empleados y por una ong ambientalista para que la provincia refuerce el organismo, del cual depende el cuidado de los bosques.

El asentamiento del SFA con sede en Bariloche tiene jurisdicción desde Villa Llanquín hasta El Manso y cuenta con un solo inspector, Alfredo Allen, quien cumple jornadas de hasta 10 horas y debe cubrir también los fines de semana, sin cobrar extras. Su tarea principal es detectar e infraccionar la tala furtiva.

Otras funciones del SFA son las de relevar y autorizar el apeo de árboles para permitir la construcción de edificios, y controlar el traslado y comercialización de madera.

Históricamente la dependencia estuvo bajo la tutela directa del director provincial de Bosques, un cargo que la gestión Weretilneck mantiene vacante desde hace cinco años.

El gremio ATE pidió varias veces a través de la secretaría de Trabajo, una entrevista con el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Alberto Diomedi, para pedirle que resuelva las demandas. Nunca tuvo respuesta.

El secretario general de ATE Bariloche, Egar Actis, denunció que existe un “claro desmantelamiento” del área, por falta de personal y presupuesto. Su sospecha, dijo, es que “intentan dar vía libre a la destrucción del bosque”. Refirió que frenar la tala furtiva requiere de “un grado de decisión política”, que a su juicio no existe.

El delegado de ATE en el SFA, Héctor Baudino, señaló insisten desde hace meses con el planteo por más recursos pero “nada cambió” en este tiempo, a pesar de que más de una vez los funcionarios les dijeron que la ampliación de personal estaba “en carpeta”. Señaló que tienen proyectos presentados, por ejemplo, para crear un vivero de nativas destinado a reforestar áreas degradadas, pero “quedó en la nada”.

A su juicio, “cuando ven esto las grandes empresas hacen lo que quieren”. Este diario intentó consultar sobre el tema al subsecretario de Bosques, Marcelo Perdomo, quien no respondió los llamados.

Uno de los miembros de la ong Árbol de Pie, Juan José Paternó, también afirmó que el servicio encargado del cuidado de bosques “no tiene medios” y que realizaron “infinidad” de notas y llamados directos a Perdomo, sin mayor resultado.

“Esto favorece el avance de los grandes emprendimientos inmobiliarios”, denunció. Puso como ejemplo el caso de la Sociedad Rural local, que fue infraccionada por practicar un desmonte no autorizado en su nuevo predio “pero el ministro Diomedi le cambió la multa por un apercibimiento”. Según Paternó, “es grave, porque ahora otros van a reclamar el mismo trato”.

Consideró que “es inconcebible que ésto pase en una provincia con tanto bosque y con esta presión urbana”.

El único inspector habilitado, Alfredo Allen, dijo que actualmente son apenas cinco los empleados que el organismo tiene en Bariloche y que en los 15 años que lleva en su puesto, el SFA “nunca estuvo peor”.

Más información: Un solo inspector forestal para cinco ciudades

“Para evitar la tala clandestina no hay presupuesto y para el Splif se contratan helicópteros que cuestan 2.500 dólares la hora”

Héctor Baudino, delegado gremial en el Servicio Forestal Andino

Comparación con los fondos que recibe el Splif

El delegado gremial Héctor Baudino subrayó que mientras el servicio encargado de preservar los bosques y fiscalizar la tala ilegal carece de medios, el Splif cuenta con una infraestructura mucho mayor.

De hecho, el cuerpo encargado de combatir incendios forestales tiene una sede nueva, decenas de agentes, y hace pocos días recibió otra autobomba de última generación.

Según Baudino, el SFA cuenta apenas con cinco empleados, más otros cuatro que también integran el plantel pero no están destinados al diagrama de control, sino que les encargaron el desarrollo de una caldera que empleará como combustible madera chipeada.

“La asimetría con el Splif es muy grande, y es todo un mensaje -señaló-. Para evitar la tala clandestina no hay presupuesto y para el Splif hasta se contratan helicópteros que cuestan 2.500 dólares la hora. Pareciera que no se entiende cuál es el rol del Servicio Forestal.”

Datos

“Para evitar la tala clandestina no hay presupuesto y para el Splif se contratan helicópteros que cuestan 2.500 dólares la hora”

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