El desafío de abrir un local en plena cuarentena
En el centro de Allen, dos nuevos comercios inauguraron en las última semanas. Matías y Flavia son pareja y están a cargo de una blanquería. Norberto y Daniel son amigos y administran un negocio de ropa masculina.
La pandemia de coronavirus y el aislamiento obligatorio significaron un duro golpe para los comerciantes. A pesar del complejo escenario, algunos decidieron arriesgar y abrir sus puertas de todas maneras.
Es el caso de dos locales céntricos de Allen, que comenzaron a trabajar en las últimas semanas. A ambos les pasó lo mismo. Venían planificando la inauguración desde hace tiempo y la cuarentena los sorprendió antes de terminar. Una vez que se reactivó la actividad comercial completaron lo que hacía falta y se largaron.
“La idea surgió hace un año y medio. Decidimos los dos enfrentar algo propio. Empezamos a comprar la mercadería y después conseguimos el local comercial. Buscábamos una ubicación céntrica. Firmamos el contrato de alquiler el 5 de marzo. Cada uno ya había avisado en su trabajo que tenía otro proyecto y renunciamos”, comentó Matías Soria.
Junto a su pareja, Flavia Rivera, abrieron Confortarte, una blanquería que también cuenta con artículos de decoración. A su vez, tiene un espacio dedicado para que los artistas locales puedan vender sus obras.

Ambos habían trabajado toda su vida en relación de dependencia, por lo que es su primera experiencia como propietarios.
“Pocos días después se decretó la cuarentena. Esa fue la parte más complicada o veíamos la opción de seguir trabajando como veníamos o nos la jugábamos por nuestro proyecto. Fue una decisión importante, fueron semanas difíciles en abril, en la etapa más dura de la cuarentena”, continuó Soria.
“Ya estábamos sin trabajo en casa. Nos hicimos más fuertes gracias a amigos y familiares. Costó pero con esfuerzo y dedicación pudimos llegar a cumplir este sueño”, agregó.
“Bajamos un poco los brazos la primera semana de abril, pero con el apoyo de la gente que nos quiere nos levantamos y seguimos para adelante”, expresó, por su parte, Rivera.
Matías y Flavia son pareja desde hace 13 años.Ella es allense y él es barilochense.Hace 7 años se mudó al Alto Valle.
En una situación similar, Norberto Ottonello y Daniel Manzi, amigos de toda la vida, abrieron Gardenia, un local de ropa masculina urbana.

“La idea se nos ocurrió en el verano de 2019. Estábamos sentados tomando algo y pensábamos que en Allen no hay un local que venda este tipo de ropa, había que irse a otro lugar para conseguir. Empezamos a cranear la idea y coincidimos en lo que queríamos. Quedó así como lo imaginábamos”, comentó Norberto.
“Este año empezamos a encarar todo, contactarnos con las marcas, pedir financiación, buscar locales. Esta esquina nos gustaba mucho, estaba vieja pero la remodelamos toda nosotros. La primera gran inversión fue cambiar las dos vidrieras”, añadió.

“El primer día que pudimos abrir lo hicimos. Esperamos cualquier cosa, vamos darle hasta donde de. Sabemos que puede pasar que no vendamos nada o lo justo, estamos preparados para lo que sea”, contó Manzi.
Ambos reconocieron que mantienen un vínculo con sus trabajos anteriores, en los comercios familiares donde lo habían hecho hasta el momento. De todas maneras, pusieron en juego sus ahorros y apuestan alto.
“Queremos tener el mejor local de ropa de Allen. El objetivo es llevarlo a otro nivel”, señaló Manzi.
La pandemia de coronavirus y el aislamiento obligatorio significaron un duro golpe para los comerciantes. A pesar del complejo escenario, algunos decidieron arriesgar y abrir sus puertas de todas maneras.
Registrate gratis
Disfrutá de nuestros contenidos y entretenimiento
Suscribite desde $1500 ¿Ya estás suscripto? Ingresá ahora
Comentarios