El Gobierno y la Armada

Macri, Aguad y la plana mayor de la Armada tendrán que rendir cuentas algún día de sus manejos en el caso del ARA San Juan, ya que a quienes nos preocupa cualquier accionar en contra de lo nuestro lo tenemos en cuenta, por lo que sabemos todo lo acontecido que nos han informado.

Sabemos por ejemplo que dentro de los primeros treinta días del “hundimiento” del submarino la Marina había sido informada sobre el lugar en que se hallaba el submarino pero no lo informaron a los deudos ni a la prensa.

Alquilaron un barco a los yankees, que el último día informaron el lugar donde se hallaba el San Juan y siguieron rumbo a Sudáfrica, desde donde enviaron las miles de fotos tomadas a los EE. UU., llevándose del lugar a dos familiares de los submarinistas que viajaban en calidad de observadores al destino mencionado.

La historia es larga para esta carta, pero no es el único hundimiento o naufragio de un navío nuestro con resultados catastróficos en lo material y en lo moral. A fines del 1800 -no recuerdo detalles porque hace muchos años que leí esta desgracia- fue el caso del navío de guerra Rosales, torpedera recién puesta en servicio -nueva industria inglesa- que en ejercicio de nuestra flota y en medio de un temporal naufragó frente a la costa uruguaya…

Uno de los episodios más dramáticos fue que al abandonar su buque el capitán reunió a la oficialidad en el mejor bote y el resto debió repartirse en dos o tres botes, pero no había lugar para unos treinta marineros conscriptos. Ante esta situación el capitán arma en mano los condujo hasta una cámara, los encerró bajo llave y ordenó el abandono del barco.

El fiscal actuante sufrió todo tipos de presiones e inconvenientes al proceder con su actuación -algo parecido al caso del San Juan-, y finalmente decretó la pena de muerte para el capitán.

Entonces cambiaron de fiscal; la mujer del capitán era amiga de la mujer del presidente y sólo sufrió una sanción y tareas administrativas. De los oficiales que declararon en su contra, el único que terminó su carrera fue Irízar, cuyo nombre lo lleva el rompehielos. O sea que no es la primera vez…

Juan Carlos Malgesini

DNI 4.673.429


Puerto de San Antonio Este


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ARA San Juan

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