El avance de la variante ómicron de coronavirus desnudó una vez más que la comunidad internacional, y especialmente los países más ricos del mundo, han aprendido muy poco de las consecuencias devastadoras dejadas por la pandemia. Ante el desafío que plantea una nueva ola de la enfermedad reaccionan con viejos reflejos: aislarse y eludir su responsabilidad de acelerar el plan de vacunación global, que debiera ser prioridad. La mayoría del planeta se vio sorprendida hace un par de semanas cua