Elecciones en Río Negro: ascenso, caída y consolidación


JxC surge como alternativa competitiva. JSRN se consolida como partido provincial, al costado de la grieta. El FdT, sin liderazgo claro, fue el gran perdedor.


Las recientes elecciones marcan un cambio en la correlación de fuerzas provinciales. Por un lado, es el surgimiento de JxC como una fuerza que tiene una intención competitiva al interior de la provincia. Desde su gestación hace unos 6 años atrás siempre tuvo una vocación nacional pero nunca se había manifestado una opción real de disputar cargos legislativos o la gobernación. El resultado es, en palabras de sus referentes, el punto de partida para disputar la gobernación dentro de dos años. El logro obtenido lo debemos mirar a la luz de la figura de Aníbal Tortoriello, que logró interpelar a una base de votantes identificada en las antípodas del kirchnerismo.

Representa, por otro lado, a ese sector trabajador que la movilidad social ascendente no tuvo efecto en ellos, personas que ven que con su esfuerzo no alcanza porque cada día están peor, desencantados y enojados. Pero también se identifica con el pionero/emprendedor, ese sujeto que a fuerza de trabajo logra ascender socialmente sin la ayuda del Estado, que es en gran parte de la manera que el empresario cipoleño construye su relato.

Por el lado de JSRN, la victoria en las elecciones marca la consolidación como una fuerza provincial que tiene tanto la capacidad competitiva en elecciones provinciales como así también en elecciones nacionales, cuestión que estaba puesta en duda debido al antecedente del 2017. Agustín Domingo es el tercer diputado de una fuerza provincial rionegrina desde el retorno de la democracia luego de Roberto Requeijo -PPR- y Luis Di Giacomo -JSRN-. La campaña logró interpelar a gran parte de la ciudadanía que se siente en la ancha avenida “del costado”, donde no se sienten representados por los dos partidos nacionales, pero que a su vez en una elección presidencial no encuentran una oferta electoral atractiva.

Merece la aclaración la metáfora del espectro ideológico. Entiendo que una porción importante de la ciudadanía no se siente interpelada por el tándem nacional macrismo-antimacrismo/kirchnerismo-antikirchnerismo, sino más bien se encuentra a un lado de esta tensión, y es lo que el partido provincial logró interpelar, ya que no hay búsqueda de votos al centro como se cree a veces, sino que en el caso rionegrino es una batalla de tercios bien delimitados.

La performance de Tortoriello, si bien es un llamado de atención al oficialismo provincial, también es un elemento de gran ayuda a la hora de zanjar las diferencias del frente interno ante la presencia de dos contrahegemonías que disputan el poder contra JSRN de cara al 2023.

El Frente de Todos es el gran perdedor de esta elección logró su peor performance histórica en una elección a diputado. Una causa de este resultado es la falta de un liderazgo claro en la conducción del partido justicialista; siempre el peronismo rionegrino tuvo grandes líderes o figuras con un amplio territorio. Quien debía liderar el partido demostró poca presencia provincial y un perfil demasiado bajo para un líder peronista.

Otro factor de carácter operativo es que el PJ se ha convertido, desde hace años, en un club electoral que no representa a la base social que supo representar, ya que el sector trabajador encuentra en otras ofertas electorales en quién depositar el voto. No logra comprender que es un partido profesional, integrado por políticos profesionales, donde el habitus, en término de Bourdieu, reproduce estructuras estructuradas que funcionan como estructuras estructurantes. El peronismo ha perdido ese “buyer” (comprador), persona que no logra interpelar porque ya no lo representan los valores y los dirigentes del peronismo, dado que no se parecen en sus acciones a la clase trabajadora a la que creen pertenecer. Pero principalmente han perdido esa categoría de mayoría popular que era parte constitutiva de su ADN.

Desde el comienzo de la campaña expusieron una falta de iniciativa que les impedía tener una narrativa coherente con la realidad provincial. A partir de septiembre el mensaje giró en torno a una gestión que te da cosas, te invita a mirar lo que hacen por vos, como Alberto y Cristina hacen que vos estés bien. Pero esta sociedad ya no reconoce al Estado y a la dirigencia como los generadores de soluciones, sino al contrario son los generadores de los problemas de la gente que se cae del sistema por los avatares de las gestiones nacionales. El peronismo plantea su discurso como los que te ayudan a vos, pero no te preguntan si vos necesitas ayuda, no te preguntan qué es lo que esperás vos de la política.

Mientras que JSRN, en la figura de Alberto Weretilneck, tiene a un actor más parecido a ese liderazgo personalista que definió a las figuras del peronismo: cercano, campechano y pícaro, e intenta hacer de estas características un decálogo del accionar de los dirigentes de la fuerza provincial. En esta elección logró encontrar en Mercedes Iberó, una figura que encarna esos mismos gestos, y es en este tipo de liderazgos que gran parte del electorado se siente identificado. JSRN (como casi todos los partidos) también es un club electoral, pero no reniega de eso; a los adherentes y militantes no les piden requisitos, se les piden coincidencias, como manifiesta Pedro Pesatti, y plantean que el partido es de cualquier rionegrino en oposición a los marcados códigos de etiqueta de otros partidos.

* Licenciado en Ciencias Políticas. Especialista en Comunicación y Marketing Político.


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