Ser un crack de los juegos, el sueño joven
En las favelas de Brasil, donde antes soñaban con ser Neymar, los niños se ilusionan con ganar dinero gracias a los videojuegos.
Brasil es, junto a Argentina, uno de los países donde más apasionadamente se vive el fútbol. Basta con recorrer al menos 5 cuadras de cualquier localidad para encontrar algún grupo de niños jugando, sea en la calle, en una plaza o en una canchita.
Qué son y cómo se usan las “células madre”
Es allí, en una de las favelas brasileras, que transcurre esta historia. Yan Araújo, adolescente, es consultado por AFP respecto a sus ídolos. Y así como podría decir Neymar o Vinícius Junior, responde sin dudar: “Nobru y Cerol”, dos jugadores de Freefire, un videojuego que es furor.
Lejos de la pelota, cada vez más jóvenes como él aspiran a convertirse en profesionales de los eSports, o deportes electrónicos, atraídos por los jugosos beneficios que puede otorgar una carrera en ese medio.
Con la destreza de un guitarrista virtuoso, desliza sus dedos largos y delgados por la pantalla de su celular. No se trata apenas de una partida de Free Fire, sino de un entrenamiento para construir su sueño.
“Tengo un sueño que es sobre esto… jugar Free Fire, ser muy reconocido y poder ayudar a otras personas”, cuenta Araújo. El joven, de 15 años y tez morena, viste una chaqueta deportiva roja y, en trance con la partida, menea suavemente su cabeza y ocasionalmente sonríe.

Junto a otros cinco jóvenes de “P. Sul”, una favela a media hora del centro de Brasilia, fue en 2021 campeón de Free Fire en el Distrito Federal, en un torneo organizado por la ONG Centra Única de Favelas (CUFA). En el Free Fire, hasta 50 jugadores caen de paracaídas en una isla, en busca de armas y artefactos y deben, en equipo, eliminar al resto de los jugadores.
Los requisitos son simples: apenas un celular con conexión a internet. Brasil ocupa un lugar entre los tres países con más descargas del juego.
Fuentes de renta
Carlos Campos, coordinador de la CUFA en Brasilia, cuenta que el año pasado hubo 80.000 inscritos de favelas disputando el torneo nacional de Free Fire, y esperan superar la marca en 2022.
“Muchos vieron que hay una profesión y que es un medio para ganar dinero”, cuenta Campos. En 2021, el torneo de la CUFA distribuyó unos 20.000 dólares para el equipo ganador.
Pero los torneos son apenas una de las formas de generar renta. El juego ha convertido a los mejores en profesionales e influenciadores.
Algunos como Bruno “Nobru” Goes, quien cuenta con 13 millones de seguidores en Instagram, transmite sus partidas en línea, atrayendo el interés de marcas y generando dinero con visualizaciones y patrocinios.
Con 21 años, “Nobru”, nacido en una favela de Sao Paulo, cobró tal notoriedad que pasó a ser llamado el “Neymar del Free Fire” y, siendo el más popular en Brasil, medios locales han reportado que gracias a sus transmisiones factura unos 500.000 dólares por mes.
Avance sobre el fútbol
En las favelas, donde han surgido talentosos jugadores de fútbol como Vinícius Junior del Real Madrid o el delantero del Manchester City Gabriel Jesus, entrenadores perciben mayor desinterés por la pelota.
“Algunos no vienen más a entrenar porque se quedan jugando”, dice Joao de Oliveira, técnico de “Toque de Bola”, una escuela de fútbol en un barrio marginal de Brasilia. “Es temprano para decir que la mayoría está quedándose con el videojuego, pero cada día gana más espacio”.
Los eSports están incluso conquistando lugar dentro de clubes tradicionales como el Flamengo de Río de Janeiro y el Corinthians de Sao Paulo, que ya cuentan con sus equipos profesionales de Free Fire.
Matheus da Silva, compañero de Araújo, asegura que entrena para un día poder ser como “Bak”, apodo del brasileño Gabriel Lessa en el Free Fire. “Ganó siete campeonatos nacionales. Es como Messi, que tiene siete balones de oro”.
Al principio, la madre de este adolescente desaprobaba que su hijo pasara tantas horas frente al celular, pero con el campeonato obtenido el año pasado, algo cambió. “No es sólo un juego. Mirá si en el futuro Matheus es un excelente jugador y vive de eso”, dice.
Brasil es, junto a Argentina, uno de los países donde más apasionadamente se vive el fútbol. Basta con recorrer al menos 5 cuadras de cualquier localidad para encontrar algún grupo de niños jugando, sea en la calle, en una plaza o en una canchita.
Registrate gratis
Disfrutá de nuestros contenidos y entretenimiento
Suscribite desde $1500 ¿Ya estás suscripto? Ingresá ahora
Comentarios