Análisis de la producción de hidrocarburos en Argentina

Por Alex Daniel H. Valdez (*)

El 13 de diciembre de 1907 se descubrió, en forma oficial, petróleo en Comodoro Rivadavia y desde ese momento hasta el presente, Argentina desarrolló esta actividad en las que obtuvo beneficios, tanto el país, provincias y por supuesto la población en general.

La misma fue realizaba en forma directa en determinados momentos por el Estado, a través de sus empresas como YPF SE y GdE SE, como de firmas privadas de origen nacional como internacionales.

La política nacional establecida en la década del noventa, por medio de sanción de ley 24145, es la que rige en nuestros días, fijándose que tanto en la exploración como explotación se encuentra en cabeza de empresas privadas, siendo la parte de fijación de precios administrada por el Gobierno Nacional.

El historial de producción de petróleo y de gas natural, se puede encontrar en datos publicados en la página web de la secretaria de Energía de la Nación, Producción de Petróleo y Gas | Argentina.gob.ar desde 1950 a la fecha, antes de la misma se tienen que buscar otros registros.

En los datos que se publican en ese sitio, se puede realizar gráficos que muestran la evolución de la producción nacional de petróleo y gas natural en nuestro país, originada en la explotación en los diferentes yacimientos ubicados en las 5 cuencas que tienen descubrimientos hasta el presente.

Recordemos que nuestro país ha detectado un total de 24 cuencas sedimentarias con posibilidades de encontrar hidrocarburos, de ellas solo tienen producción en 5, tanto de petróleo y de gas, siendo ellas:

Golfo San Jorge, en provincia del Chubut y norte de Santa Cruz; Neuquina, con Neuquén, Río Negro, La Pampa y parte sur de Mendoza; Cuyana con Mendoza parte norte, San Luis y San Juan; Noroeste, con Salta, Jujuy y Formosa; y Austral, con Tierra del Fuego, Sur de Santa Cruz y la parte Of Shore que es del Estado Nacional.

Analizando el periodo descrito, se tiene 71 años hasta el 2021 inclusive, en donde se observa con estos datos oficiales, que la producción de petróleo alcanzó su máximo en el año 1998, y la correspondiente a gas, en el año 2004.

Situándonos en la  actualidad, conociendo el desarrollo de la explotación no convencional, se puede manifestar que esos máximos alcanzados, se obtuvieron con la explotación convencional, luego de los mismos, vino la natural declinación de esos campos.

Por supuesto, la experiencia adquirida desde el inicio, y teniéndose la información técnica, como por ejemplo de cada sísmica realizada como de los pozos perforados, aplicando los estudios con la utilización de últimas tecnologías, se pudo desarrollar la explotación no convencional, fundamentalmente en Formación Vaca Muerta desde 2010, provincia del Neuquén.

Como consecuencia de esta nueva explotación, a partir de 2012, se observa en los gráficos, que se frena el declino de la producción nacional, para luego comenzar una lenta recuperación de la misma, con los vaivenes que son originados por las políticas nacionales de turno.

En esta nueva modalidad de explotación, no convencional, es importante la perforación de pozos, sobre todo con ramas horizontales, y estas que alcancen las mejores perspectivas de mayor producción a lo largo de su vida útil.

Visto el comportamiento de la producción de cada pozo que se tiene, máxima producción en los primeros meses para luego tener una caída rápida, continuando con un declino constante a lo largo de varios años, es que se necesitan mayores inversiones para desarrollar el máximo potencial de esa formación, que hoy se encuentra en un Seis (6) % del total aproximadamente, ubicándose mayoritariamente en la provincia del Neuquén.

Dichas inversiones en su mayor parte (70%) se tienen que medir en dólares estadounidenses, y resto en pesos argentinos, siendo las justificaciones de la parte en dólares en el equipamiento, tecnologías más financiamiento, y la parte de la moneda local, fundamentalmente el personal, agregándose luego algunos servicios.

Por supuesto el consumo de hidrocarburos, tanto de petróleo como de gas, por parte de los habitantes de nuestro país ha sido creciente, con el beneficio de que el gas es el participante mayoritario en el menú de selección para satisfacer la misma.

Es conocido que la oferta energética de nuestro país, en un 90 % por ciento está constituida por hidrocarburos líquidos y gaseosos, siendo estos últimos los que tienen una cuota de más del 50 %, continuando el petróleo con aproximadamente un 35 %, el resto es hidráulica, nuclear, renovables y algo de carbón.

En algunos momentos se ha podido exportar petróleo y gas, cuestión que favorece las arcas tanto nacionales como de aquellas provincias donde se producen estos caudales, pues se aplican los precios internacionales, cuestión que en el ámbito nacional, el mismo se toma como referencia y es corregido hacia la baja por parte de las políticas de las autoridades nacionales.

Completando la descripción para satisfacer la demanda de hidrocarburos, fundamentalmente de gas, se importan volúmenes desde Bolivia, y en determinados momentos de la época invernal es necesario inyectar Gas Natural Licuado (GNL).

La contaminación ambiental a nivel mundial, se está tomando nota y ha impactado en mayores cuidados para preservar el ambiente y en ese sentido, obligando a establecer políticas necesarias con el fin de disminuir las emisiones de CO2, de esta forma se pretende desalentar inversiones que se destinen a la obtención de combustibles fósiles como carbón e hidrocarburos.

Viendo esta descripción general, que pretende describir nuestra problemática energética argentina, puedo citar los siguientes puntos:

1) La producción de hidrocarburos, mediante explotación no convencional, nos brinda una nueva oportunidad, desde 2010 que se puso en marcha, ha habido una continua mejora en el aprendizaje, utilizando herramientas que existen en el mercado mundial. Se pudo pasar de pozos verticales a horizontales, y esto alcanzan longitudes interesantes que repercuten en la producción de los mismos. De esta forma ha habido un crecimiento continuo en la producción de esta modalidad que va reemplazando a la convencional.

2) La producción de hidrocarburos en  yacimientos convencionales, a los cuales podemos denominarlos yacimientos maduros, exigiendo así mayores cuidados tanto de las empresas operadoras como del Estado, sea este nacional o provincial como dueño del recurso.

3) Tanto para la explotación no convencional como para aquellos campos maduros, son necesarias inversiones firmes, continuas e incrementales.

4) Por otro lado el tamaño de la formación Vaca Muerta, demanda aumentar/incrementar ductos para evacuar la nueva producción, dado que los actuales tienen una capacidad limitada que se está alcanzando, se conoce que existen planes de expansión en los existentes, pero es necesario un gasoducto nuevo troncal, que se habla, pero no llega a la concreción.

Con estos desafíos, obliga tanto a Estado Nacional como Estados provinciales, a trazar líneas básicas, de un plan de largo plazo,  y es aquí que la política nacional, no encuentra zonas de confluencia entre las fuerzas mayoritarias, mientras el tiempo avanza, dilatándose encontrar dicho plan.

No se puede dar el lujo un país con las riquezas que conocemos, demorar más sus desarrollos, sobre todo en estos tiempos que nos urge un cambio, en los cuales se están poniendo plazos, con el objeto de pasar a tener ofertas de energías limpias.

Se exije madurez de toda la clase dirigente del país, para proyectar en futuro próximo, el mejor desarrollo del potencial que se posee, pues nuestra sociedad demanda un futuro mejor.

Todo el esfuerzo realizado, en esta actividad, involucró la toma de grandes decisiones, bien es hora de repetir y redoblar esa historia, concretando las acciones a corto plazo, que se necesitan de parte de la dirigencia, para beneficio de nuestro país.

(*) Alex Daniel Horacio Valdez es Ingeniero Industrial en orientación Química, egresó en la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional del Comahue. Desde 1986, desarrolló sus actividades en el sector hidrocarburífero de la provincia del Neuquén. Fue director provincial de Hidrocarburos de Neuquén hasta noviembre de 2019.