Entrevista con Darío Sztajnszrajber: qué pensamos cuando decimos «te amo»
El filósofo habló con RÍO NEGRO sobre "Deconstruir el amor", el espectáculo que presenta junto a la periodista Luciana Peker y que traerán por primera vez a Neuquén, el próximo fin de semana.
¿De qué hablamos cuando hablamos de amor? ¿Y cuánto de aquello que hablamos cuando hablamos de amor hacemos cuando hacemos el amor? ¿Qué nos separa, si acaso nos separa algo (o alguien), del momento del “te amo” al momento del “garche”?
De estas y otras tantas preguntas está hecho “Deconstruir el amor”, el conversatorio –cuyo sugerente subtítulo es La Paja + El “te amo” + El Garche- que el filósofo Darío Sztajnszrajber y la periodista Luciana Peker que traen por primera vez a Neuquén y en el cual se proponen pensar y deconstruir la idea del amor tal como se nos presenta en el sentido común cotidiano. Tras agotar la fecha original del próximo viernes a las 21, en Casino Magic, agregaron una nueva función para el mismo día, pero a las 18.

40 años de «Tatoo You»: Stones reciclados
Esta historia entre Darío y Luciana comenzó hace poco más de un año con un “te amo”. Invitados por Hernán Casciari para una presentación en Santa Fe, el filósofo y la periodista, que hasta entonces no había compartido proyectos, debatieron acerca de diversos temas hasta que llegaron al “te amo” como tópico: Darío lo cuestionó y Luciana lo defendió. Inmediatamente, ambos se dieron cuenta que la cosa daba para seguirla y que la gente saque sus conclusiones. Y así, con el “te amo” como eje fueron armando “Deconstruir el amor”. Después se hicieron muy amigos y comenzaron a compartir otros proyectos como “Lo intempestivo”, todos los días por FM Nacional Rock.

En un diálogo telefónico con Río Negro, Sztajnszrajber explica que, más allá del subtítulo, la fuerza del show la tiene el título: “Se trata de un diálogo con Luciana para poder pensar al amor por fuera de sus lugares hegemónicos, poder desarmar las formas en que el amor está instalado en el sentido común y parece ser el único modo; y entender que ese único modo es afín a ciertos órdenes sociales, relaciones de poder, ciertas jerarquías”. Y agrega: “Buscamos demostrar que no hay un único orden para las cosas y que en los lugares que menos parece que se ejerce el poder como es en el plano amoroso es donde también se lo hace y se busca un disciplinamiento”. Ese lugar hegemónico, sostiene Sztajnszrajber, sigue siendo, por un lado el ideal de amor romántico. Luego, la idea de que en el amor se elige como si fuera una cuestión de libertad de consumo, ligando el amor a cierta capacidad absoluta de elección y de un amor que puede salirse de los prototipos instituidos. Por último, el dispositivo de la sexualidad que intenta corre un poco el eje acerca de lo que seguimos pensando en la sexualidad en términos represión y no tanto en términos de normalización. “No es cierto que somos reprimidos sexuales”, apunta el filósofo, sino que, al revés, “sexo es una de las palabras más usadas, es de lo que más se habla. El tema es cómo se habla de sexo. Eso le llamamos proceso de normalización que instala un determinado tipo de sexualidad ligada a la eficiencia, la utilidad o el rédito”.

Respecto de los términos del subtítulo, el autor de “Para qué sirve la filosofía” revela: “Elegimos tres ejes que nos parecen importantes, estentóreos, que llaman la atención, por cómo se concibe la masturbación, el gesto performático del ‘te amo’ tan mercantilizado y por último la relación clásica y problemática entre sexo y amor. Y lo que hacemos con Luciana es mantener un diálogo con posiciones muy distintas, no necesariamente antagónicas. Sí con perspectivas diferentes porque provenimos de lugares muy distintos, en mi caso de la filosofía y en el caso de ella del feminismo”.
Todos los lugares comunes y sus sentidos alrededor de los tres ejes del conversatorio son puestos en cuestiones.
Tras agotar la fecha original del próximo viernes, a las 21, en Casino Magic de Neuquén, agregaron una nueva función para el mismo día, pero a las 18.
Deconstruir para desnaturalizar. “De algún modo, lo que intentamos es ver otras perspectivas posibles sobre acontecimientos que el sentido común ordena de un único modo”, afirma Sztajnszrajber. “Detrás de la lectura común que se hace de la masturbación como un hecho individual, lo que también se oculta es cierto vínculo, ‘un saber’ que postula la masturbación como algo negativo y como algo incluso improductivo. Nos permitimos entonces poner en cuestión la relación entre el amor, el sexo y la productividad. Con la idea de idea de improductividad de la masturbación está interrelacionada con esa asociación entre sexo y reproducción. Hay otras formas necesarias de postular una escisión entre esas esferas y cuanto más se pueda escindir la sexualidad de la reproducción más se libera y provee formas diferentes de relacionarnos con el placer”.

¿De qué hablamos cuando hablamos del “garche”? “Cuando se habla del garche se pone el acento en lo carnal y la gran discusión tiene que ver si necesariamente esa relación entre sexo y amor tiene solo dos variables, que es pensar el acto sexual o bien desprovisto de amor o bien atravesado por un sentimiento amoroso metafísico”, apunta el también autor de “Filosofía a martillazos”.
Justamente, en el final del encuentro, en ese tercer tópico abogan por un lugar intermedio que no es ni uno ni otro y que es la defensa de lo que llaman la amorosidad. “Sin caer en la mercantilización y cosificación de los cuerpos, se puede encontrar un vínculo con el otro desde un lugar menos ostentoso”, observa.
Cuando se habla del garche se pone el acento en lo carnal y la gran discusión tiene que ver si necesariamente esa relación entre sexo y amor tiene solo dos variables, que es pensar el acto sexual o bien desprovisto de amor o bien atravesado por un sentimiento amoroso metafísico”.
“El lugar de la carne es uno que nos interesa mucho a ambos, porque el dualismo, y esto –aclara Darío- lo digo desde la filosofía, porque Luciana tiene otra mirada, alma cuerpo deja fuera a la carne, como un tercer elemento que siempre estuvo ligado en la tradición occidental a lo pecaminoso, lo ingobernable, lo anárquico, también decimos que es interesante analizar ese lugar de la carne y su exclusión”.
Si bien, la fuerza del espectáculo radica en su título, los términos elegidos para el subtítulo no son nada ingenuos. Hay puesto en ellos mucho de los sentidos a cuestionar porque cuando se habla de “paja” se dice más que el hecho propio de la masturbación. Los términos funcionan como puertas de entrada al sentido común y, una vez dentro, Sztajnszrajber y Peker van poniendo en evidencia cómo ese sentido común nos piensa, cómo repetimos muchas de sus ideas, cómo nos sumergimos en sus lógicas se abren puertas que, a su vez, abren mil puertas más porque de eso se trata este espectáculo.

“Por caso, con la palabra paja”, revela Darío, “Luciana abre una puerta que es la de qué manera se instaló la palabra paja como sinónimo de desgano. ‘Esto me da paja…’ Estamos abriendo un juego de significantes para entender por qué un concepto tiene la connotación que tiene. Pero en términos de lenguaje, el punto máximo del encuentro con Luciana está dado con la discusión acerca del ‘te amo’. Ella lo defiende y yo lo cuestiono (risas)”.
A continuación, el filósofo se explica: “Es tan noble el sentimiento de amor que no puede ser reducido a las dos palabras más remanidas y usadas en la historia del lenguaje: te amo. Es una expresión tan usada y a la vez tan menoscabada por su uso recurrente que me parece que si hay amor uno no puede encorsetarse en esa fórmula, la del te amo. Un poco al estilo religioso cuando se piensa que, si hay un Dios, este no cabe en cuatro letras. Acá pasa algo parecido, me gusta jugar paródicamente con esa idea. Luciana defiende el uso del te amo desde una sociedad bastante reacia a la demostración genuina de sentimientos, pero relacionado con asimetrías de género propias de la sociedad patriarcal”.
Si la elección de los términos para mencionar los tópicos del conversatorio no fueron ni casuales ni ingenuos, tampoco lo es la gramática que los contiene en el subtítulo. Es decir: no es para nada casual que el “te amo” esté ubicado entre “la paja” y “el garche”. Sobre todo, porque, como le dirá Sztajnszrajber a este diario. “Después de deconstruir el ‘te amo’ podemos encarar la conceptualización de lo sexual. No es lo sexual lo libidinoso, por lo menos en filosofía se viene trabajando la necesidad de una deconstrucción de los dispositivos de sexualidad dominante tan naturalizado, tan binarios que no permiten otras lecturas. Esto lo trabajo a partir de la obra de Michel Foucault y su historia de la sexualidad, en la cual se dedica a mostrar como detrás de las formas en que suponemos que concebimos nuestro deseo sexual estamos comprendiendo las formas en que el poder se manifiesta”.
“Deconstruir el amor”, un espectáculo nacido del saber de sus creadores, pero también de la intuición de ambos de que alrededor de un “te amo” había mucho por (des)hacer.
Luego de dos años de recorrido y diversos tópicos orbitando el “te amo”, como el orgasmo y la monogamia, llega a Neuquén con su primera versión, la original dado que será su primera vez aquí. Tiene ya dos años, estamos yendo a con el espectáculo original. “A lo largo de estos dos años fuimos cambiando los ejes, pero hay una matriz que permanece con temas que vamos debatiendo. Como no habíamos ido nunca a Neuquén decidimos llevar el primero de ellos”, reconoce Darío. “Es un espectáculo entretenido porque le ponemos humor, narrativa, emoción. Es entretenido, pero te deja pensando mucho. Pasarla bien, pero con la cabeza movilizada”.
¿De qué hablamos cuando hablamos de amor? ¿Y cuánto de aquello que hablamos cuando hablamos de amor hacemos cuando hacemos el amor? ¿Qué nos separa, si acaso nos separa algo (o alguien), del momento del “te amo” al momento del “garche”?
De estas y otras tantas preguntas está hecho “Deconstruir el amor”, el conversatorio –cuyo sugerente subtítulo es La Paja + El “te amo” + El Garche- que el filósofo Darío Sztajnszrajber y la periodista Luciana Peker que traen por primera vez a Neuquén y en el cual se proponen pensar y deconstruir la idea del amor tal como se nos presenta en el sentido común cotidiano. Tras agotar la fecha original del próximo viernes a las 21, en Casino Magic, agregaron una nueva función para el mismo día, pero a las 18.
Registrate gratis
Disfrutá de nuestros contenidos y entretenimiento
Suscribite desde $1500 ¿Ya estás suscripto? Ingresá ahora
Comentarios