Kazuaki: cómo un viaje frustrado a Japón dio origen al proyecto más original del pop neuquino
Un viaje frustrado a Japón y el final de una banda punk fueron el punto de partida de esta aventura solista de Nahuel Domínguez. Mañana, presenta "Frágil, Víctor. Frágil!", su primer disco, en Deriva Teatro.
Como casi todo en este mundo poscuarentena pandémica, Kazuaki no se explica sin la pandemia, ese factor determinante de casi todas las vidas a partir de marzo de 2020. Ahí vamos: Amor Fizz era una banda punk neuquina a punto de embarcarse rumbo a Japón. Para la ocasión, su cantante y guitarrista, Nahuel Domínguez, había resuelto que lo mejor sería saber el idioma del lugar al que iban a viajar y comenzó a tomar clases de japonés.
Con los pasajes pagos para abril de 2020 y mientras buceaba en las profundidades del idioma japonés, Nahuel supo, como todo el mundo, de la cuarentena. Y supo que ese viaje nunca sucedería. A los pasajes los perdió, pero, ¿qué hago con lo otro, con el idioma y la manija por lo japonés?, se preguntó Nahuel. Y la respuesta fue: seguir.
Aquel viaje trunco al otro lado del mundo, sumado al final de la banda con la que lo iba a emprender, fue el comienzo de uno de los proyectos más originales de la música neuquina, Kazuaki, el nombre de pila del profesor de japonés de Nahuel, quien además de enseñarle el idioma , le pasó música que darían forma a lo que vendría en la vida artística de Nahuel: el city pop, música japonesa de los 70’s y 80’s de sonido soul, disco, funk o denominado comúnmente como future funk por aquellos que la ejecutaban en esos años, dentro de los que se destacan artistas como Tatsuro Yamashita, Taeko Onuki, Haroumi Hosono y Hiroshi Satou.
Como Kazuaki, Nahuel juntó lo que tenía, más algunos covers, más otras cosas nuevas y se encerró, en pleno verano, a grabar uno de los discos más interesantes de la escena local: “Frágil, Víctor. Frágil!”, un trabajo sostenido por la excéntrica voz de su líder y una big band de lujo para una ambiciosa producción de estudio que mañana, a las 21, tendrá su versión en vivo, en Deriva Teatro (Sarmiento 809 , Neuquén).
El idioma me llevó a la cultura y me termine enchachando con todo. Empecé a escuchar la música y me pareció increíble. Escuchar artistas como Yamashita, Onuki, Haroumi Hosono y Hiroshi Satou… artistas de los 70 y 80″.
Nahuel Domínguez, creador del proyecto Kazuaki.
Más allá del viaje frustrado a Japón, tuvo que haber algo más como para que esto suceda. “Una cosa me llevó a la otra”, dice Nahuel a Diario RÍO NEGRO. “Siempre que fui a lugares donde no había hispanohablantes tuve que hablar en ingles, entonces dije ‘bueno, qué onda hablar el idioma nativo’ y me enganché. El idioma me llevó a la cultura y me termine enchachando con todo. Empecé a escuchar la música y me pareció increíble. Escuchar artistas como Yamashita, Onuki, Haroumi Hosono y Hiroshi Satou… artistas de los 70 y 80 . Me empezaron a gustar un montón y me introduje tanto que me dije quiero hacer esto también. Acá no hay gente que lo esté haciendo, en Argentina debo ser uno de los poquitos y me gustó eso también, que fuera una innovación incluso para mi”.
Kazuaki es el proyecto solista de Nahuel, pero no está solo en esto. Detrás suyo suena una big band. “El disco tiene mucho trabajo de coro, de pianos, de cuerdas y vientos”, revela; y aclara que para la presentación de este sábado no habrá cuerdas, pero todo el resto. “Somos casi 13 personas tocando en vivo, como se pensaba en los ‘70, como una big band donde cada segmento tiene su participación en vivo y su parte como solista. La banda suena perfecto, la gente me acompaña es muy talentosa, que viene tocando desde hace muchos años. Estoy muy emocionado y muy contento porque es la primera vez que voy a tocar con tanta gente en vivo y haciendo un estilo que nunca había hecho antes”.

Tampoco se trata solo de música, también hay danza en Kazuaki para darle a cada show un aspecto peformático atravesado por letras cantadas en castellano, inglés y japonés. Dice Nahuek: «Lo empecé a mezclar con la danza de un modo más performático. Me introduje bastante de lleno en esto de ser una estrella pop (risas)».
La presentación de “Frágil, Victor. Frágil!” será mañana, a las 21 en Deriva teatro (Sarmiento 809, Neuquén). Las entradas, en en puerta $2500. También por Via MercadoPago. Alias kazuaki.citypop.
Como en una pista de baile, el cantor y su banda comienzan su primer LP Frágil, Víctor ¡Frágil! marcando el ritmo con el tema Escaleras, un sonido potente con claves tropicales en la percusión, bajos funkys y coros marcando el techo, que nos llevan a recordar Bomber de Tatsuro Yamashita o al beat
de Ramses ballet, poco tiempo después versionado con letra añadida y rebautizado Qué tal América por los belgas Two Man Sound.
También escuchamos una versión de Downtown, publicada en 1975 por la banda Sugar Babe, célebre canción del repertorio del city pop, y aquí se evidencia por primera vez que el japonés será protagonista en gran parte del álbum, una vez más pronunciado en la canción Kimi no mado de, una
adaptación descarnada en doop wop y al idioma nipón de “Lo único que quiero
es que estés bien” de Werner Schneider.

Tracklist:
1-Escaleras
2-Víctor, eso que siento.
3-Downtown
4-San juu shi sai
5-Kimi no mado de
6-Oko
7-Falling in love
8-Dino riki
9-Fallin’ love remix by Kpuchino
Bonus tracks (Youtube/ Bandcamp):
10-Oko (version piano)
11-Oko (version guitarra)
Grabado y mezclado al comienzo del verano del 2023 en Biciestudio – Cipolletti, RN
Ficha técnica:
Asistentes grabación y operación técnicas: Maite Salazar – Agustín Barboza
Mastering: Antuantu
Fotografía de tapa: Camila Esteban Debener
Concepto y arte de fotografía de tapa: Maite Salazar
Ayuda/Asistencia grabación voces: Maga Vitale
Remix Fallin’ love: Kpuchino
Todas las canciones escritas y compuestas por Nahuel Domínguez, a excepción de «Downtown» por Yamashita/Ito y «Solo quiero que estés bien (Kimi no mado de)» por Werner Scheinder/Traducción y adaptación al japonés por Nahuel Dominguez
Arreglos de cuerdas para «34 años (三十四歳)» y «Oko» escritos por Nahuel Domínguez
Arreglos de saxo/trombón de «34 años (三十四歳)» y «Victor, eso que siento» escritos por Nahuel Domínguez
Producción: Nahuel Domínguez
Batería: Sabrina Sarachu Velázquez
Bajo: Luis Maximiliano Pozo
Guitarras rítmicas y solos: Agustín Lautaro García
Guitarras rítmicas y arreglos: Ernesto Pérez Lizaso
Guitarra rítmica en Track#2: Nahuel Domínguez
Pianos: Alan Recchioni
Congas: Florencia Bilardo
Timbales: Agustín Barboza
Percusión menor: Sabrina Sarachu Velázquez/Nahuel Domínguez
Coros: Maga Vitale/Nahuel Domínguez
Saxo alto: Yamila Tejada
Trombón: Luciano Álvarez
Violín: Matías Curbelo
Cello: Fausto Figueroa
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