Efecto Zarek en Viedma: una obra teatral que promete en el Centro Municipal de Cultura

Es escrita y dirigida por el joven dramaturgo y director Federico López Fané de Viedma. Efecto Zanek cuenta historias cotidianas y Fané explica de qué se trata esta obra innovadora en la capital rionegrina.

La obra teatral Efecto Zarek, escrita y dirigida por el joven dramaturgo y director Federico López Fané de Viedma, se presentará el jueves 9 de noviembre a las 21 horas, en el Centro Municipal de Cultura de la capital rionegrina. A través de una diversidad de escenas que transitan por múltiples géneros teatrales como la comedia, el drama, el suspenso, el policial, el teatro musical y el teatro danza,.

La innovadora obra sumerge al espectador en la rutina de personajes aparentemente desconectados entre sí, cuya naturaleza, alienada por el mandato absolutista de un ser superior e indiscutido, se oculta bajo el manto de la cotidianeidad.

Fané subirá al escenario del Centro Cultural a 20 personajes para cuya interpretación, en una selección que constituye un reto para la dirección, Fané convocó al actor maragato Matías Alzueta, premiado en los festivales de Estados Unidos, de Bulgaria y de Uruguay como Mejor Actor de Cortometraje, a Yeye Fiori, a Marcela Grandi y otros/as de reconocida trayectoria en el ámbito local.

También habrá actores y actrices noveles que pisarán un escenario por primera vez y en una apuesta atrevida, Fané les otorgó roles que los colocan a un mismo nivel de importancia protagónica. A este desafío se sumó la fusión de disciplinas artísticas, ya que la obra incluye en el cierre una performance desplegada por un cuerpo de baile de 20 bailarinas y bailarines a cargo de la directora Lala Abeiro.

Las entradas de $3000 se agotaron y están a la venta las de $3500. Para adquirir las entradas podes escribir un mensaje de whatsapp a los siguientes contactos: Viedma: 2929 62-4470 (Laura), 2920 63-6616 (Andrea). Patagones: 11 5973-0957 (Matías), 2929 53-2013 (Yeye).


El nacimiento de Efecto Zarek


Federico López Fané contó cómo surgió Efecto Zarek y hace una aproximación a la obra, que constituye desde la idea un proyecto ambicioso que levanta la vara de la producción local.

«La obra articula lo simbólico y lo literal, dos elementos fundamentales en el quehacer teatral. Presenta símbolos que generan sensaciones prácticamente absurdas y sin sentido, como la adoración de los personajes a un ser superior, que sin saber bien quién es ni porqué, dirige sus vidas», afirmó el joven dramaturgo.

Agrega que «con base en ese pie simbólico, aparece lo fáctico, porque desde esas reglas arbitrarias establecidas por Zarek, los personajes se relacionan a partir de las contradicciones, los deseos y las hipocresías del ser humano en situaciones que podemos observar cotidianamente. Estos elementos son muy notorios en toda la obra, pero hay una escena en particular en la que un personaje le niega su asiento a una embarazada fingiendo hipoacusia y luego lo vemos dando un discurso en contra de la discriminación, donde quedan nítidamente expuestos».

Fané aclaró que «la obra no pretende dejar ningún mensaje ni bajar línea en ningún sentido. Más bien habrá tantas interpretaciones como espectadores en la sala. Por dar un ejemplo de esto, alguien que vio uno de los ensayos me preguntó si uno de los personajes eran Massa, Bullrich o Milei y el personaje en cuestión es la villana de la obra. Y para que vos te des una idea, ese personaje fue concebido antes de que las candidaturas estuvieran definidas, no refiere a ninguno de ellos. Pero este espectador le dio su propio contexto y habilitó una lectura no buscada. Porque es así como tiene que funcionar, las historias que cuenta Efecto Zarek deben darle al espectador la libertad de decidir acerca de su significado. El teatro es posible a partir de la falta de certezas, no de la existencia de ellas».

El viedmense explicó que «este proyecto no surgió con una idea de base o una idea preconcebida sino que fue a la inversa, se construyó a partir de situaciones, de imágenes, de percepciones, de disparadores, que una vez en mi interior, fueron tomando forma. Ese fue el método de escritura teatral».

Explicó también que «no hubo una dirección» y que fue surgiendo «como producto de un intercambio entre el entorno y lo que me pedía la cabeza. Por ejemplo, una improvisación que pido a los actores puede dispararme hacia otro lado o generar una nueva escena. Es el hacer desde la nada, lo cual paradójicamente habilita un todo, promueve que se vayan generando imágenes y el conjunto de esas imágenes es una idea en el resultado final del proceso, no en el inicio».

También habló de la complejidad que le dieron al proyecto las circunstancias. «Hacer teatro independiente es difícil en sí mismo, si a eso le agregamos el desafío de veinte actores y actrices, unos profesionales y otros que jamás habían siquiera tenido un acercamiento al teatro, la fusión con otra disciplina, se generó un lindo caos, un proceso con múltiples elementos, sensaciones y contradicciones», ríe Fané.

El proceso de selección y convocatoria no fue nada sencillo para el escritor y dramaturgo de Viedma. La intuición fue la clave para ordenar ese proceso y que terminó en un «big bang teatral».

«Convoqué de modo intuitivo y sin saber muy bien para qué personajes a gente que percibía que iban a cumplir roles importantes. Incluso, más allá de la actuación. Para Efecto Zarek conformé un grupo mixto, de gente a la que fui a buscar, personas con quienes jamás había tenido un contacto, alumnos de mis seminarios y actores y actrices de trayectoria en la localidad. La interacción entre la experiencia de unos y la inocencia de otros fue un proceso absolutamente enriquecedor para todos y maravilloso en términos de resultados. Un Big Bang teatral me gusta llamarlo», afirma Fané.

Agregó que «alguien que hace teatro por primera vez, en alguien que recién se inicia, buscamos talento en expresiones previas, en su capacidad de lograr exponerse frente a un público, de improvisar un texto breve, de conseguir lo que llamamos “sacar la voz hacia afuera”, de superar la timidez. Este intercambio entre el talento del principiante y el talento del profesional genera un proceso de selección exquisito en términos de potencial actoral para una obra determinada».

Fané dijo también que el montaje de una producción teatral es complejo y costoso cuando se encara desde el ámbito independiente. «Es difícil llevar adelante la financiación de un proyecto independiente, mucho mas cuando se trata de un grupo que recién inicia, en formación».

Al ser un grupo numeroso favoreció la autogestión y en ese sentido, el director de la obra sostuvo que «nos autofinanciamos a partir de un fondo al que aportamos todos mensualmente. Ese recurso nos permitió contar con la escenografía, micrófonos, capacitación de cursos y capacitaciones para automaquillaje, iluminación, sonido. Decidimos tomar a la obra con carácter de proyecto a futuro, es decir, no sólo se trató de ensayar un texto y hacer la obra, sino que nos propusimos un objetivo de más largo plazo: constituir un grupo de teatro independiente con permanencia en el tiempo. Y por supuesto que esto disparó un montón de sueños».


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