«La penúltima oportunidad»: dos amigas se disputan un amor… aún después de muertas

Este sábado, a partir de las 21, en Teneas (Leguizamón 1780, Neuquén) Silvana Feliziani y Laura Sarmiento llevan a escena “La penúltima oportunidad”, de Rafael Bruza, con dirección de Dardo Sánchez.  

Antes de despedirse de la ciudad, y listos para emprender una gira por la provincia, tal como reza su programa asistimos a una comedia negra, desopilante.  

Muertas sus protagonistas, dos amigas, Marta y Juana, continúan la eterna lucha con amor y odio por un tercero en conflicto, Maty, el novio que disputaron en vida y también ahora.  

¿Qué es ahora? ¿Qué es hace un mes, dos meses, tres meses? Los planos de la existencia se entremezclan y dan paso al transcurrir consciente de un tiempo, presente entre dos orillas: el cuerpo y el espíritu. Pero entre ellos hay una tierra intermedia donde aún se puede retozar la idea de una vida (o de una muerte) mejor, de un disfrute de lo que acontece. 

¿Cómo sería la vida sin estos intersticios?  

La pieza está dirigida por Dardo Sánchez, que supo trabajar con sensibilidad y creatividad la energía de las dos actrices, quienes en ningún momento dejan caer el ritmo que propone el texto. Con más años en la escena que en la tierra, el director creó un universo donde lo humano y los objetos (construcción logradísima de Adriana Iglesias) no saben de influencias, mas bien confluyen y conviven con paradójica naturalidad. Lo hacen de igual a igual y ¡en un cementerio!  

Maestro titiritero y actor, Dardo no le erra ni dormido a lo que funciona. Llega a la gente con efectos equilibrados, dejando el espacio libre para que las actrices den lo mejor de sí, con indicaciones acertadas. Esta es la diferencia entre un buen director y un buen puestista.  

El ojo de pájaro es tan importante como el ojo de insecto.  

Silvana y Laura se llevan bárbaro. Conforman ese tipo de dúos que donde esté, hay brillo asegurado. Saben del roce y la chispa, del silencio y el gesto. Se mueven con conciencia y goce por todo el espacio, logrando escenas orgánicas con la fluidez propia del género.  

El diseño luminotécnico y la escenografía acertadas de Bárbara Treves, funcionan como en un cómic, con perspectivas y líneas en fuga por donde huye el infinito.  

La obra interpela esa idea que tenemos de “la partida”, del plano “posterior” al que pasamos. Lo absurdamente perdido, lo que se fue, lo que dejó de ser. 

El elenco y su director buscan el disfrute de la platea y lo encuentran, pero con él, también cuestionan desde el impresionismo y recrean con Erik Satie en el aire, una ensoñación a modo de epitafio ¿cómo será cuando llegue “eso”? ¿Cómo es eso mientras llega? 

Solo el teatro consigue saber qué hay más allá. Puede que esta noche, usted lo sepa con “La Penúltima Oportunidad”. 

Laura y Silvana: hay química entre las dos

La química que hay entre las dos actrices de “La Penúltima Oportunidad” data desde antes.  

Colegas y amigas, Silvana Feliziani y Laura Sarmiento, habían trabajado juntas por primera vez en la obra “Lo que odio del amor”, realizándola durante tres años. En 2015, con texto y dirección de Feliziani, Laura volvió a subir a escena con “2 kg de ansiedad”.  

“Trabajar con Silvana, siempre es un placer. Nos gusta transpirar la camiseta y dejarlo todo en el escenario. Actuar juntas es una melodía que disfruto. Todo fluye en armonía”, dice Laura en diálogo con RÍO NEGRO.  

Por su parte, Silvana, agrega: “es genial involucrarse con un elenco desde la pasión y el amor por nuestra profesión. Con Laura logramos dar y recibir esa generosidad en la escena. Además de amiga, la considero una gran compañera en la actuación. Nuestra conexión es verdadera porque se da de manera natural”.  

Ambas actrices coincidieron en que se conocen muy bien y esto permite que la obra crezca, que la maquinaria eche a andar desde el respeto mutuo que se tienen. “Todo lo que surge a partir de ahí, siempre es y será bueno. Por eso decimos que seguiremos compartiendo caminos y el teatro nos seguirá encontrando”. 

Por Oscar Sarhan

Ficha técnica

Obra: «La penúltima oportunidad». 

Duración: 60 minutos. 

Dirección: Dardo Sánchez. 

Actrices: Laura Sarmiento y Silvana Feliziani. 

Escenografía Iluminación: Barbara Treves. 

Construcción de muñecos: Adriana Iglesias. 

Fotografía: Agostina Chiapetta.