Familia Yerio Schaffner: de Europa a la cordillera
Seguir una vocación, honrar las raíces y el esfuerzo. Esta es otra historia de llegados a nuestra tierra a engrandecerla y embellecerla con su pasión y sus acciones.

Esteban René Yerio y Ruth Matilde Schaffner formaron parte de las familias que se arraigaron tempranamente en la norpatagonia. Esteban René era hijo de Cecilio, arribado a la Provincia de Neuquén a fines del Siglo XIX, para desempeñarse como Comisario en Chos Malal y en Junín de los Andes, y de Josefa María de las Nieves Dolores Estefanía Ferré, española llegada a Junín de los Andes para la misma fecha.
Tuvieron varios hijos: Sara Yerio, casada con Corradi, Raúl Yerio, casado con Celia Zingoni, Ismael, que falleció joven y soltero, Cecilio Yerio, Juan José y Esteban René.
Ruth nació el 16 de mayo de 1927 en Buenos Aires: era hija de Pablo Schaffner, suizo, y de Matilde Isabel Schutz, descendientes de suizos. Al papá de Matilde lo había mandado al país la firma Bali, de ropa de cuero, como representante. Llegó a los 29 años a Buenos Aires. Era 1897. Cuando se enfermó de tuberculosis, la empresa lo mandó un año a la montaña de Davos, donde fue internado: en esos momentos no había penicilina.
Ruth tenía 12 años al fallecer su padre; vivían en Bariloche, porque era el contador en la obra de construcción del Hotel Llao Llao. Debido a su deceso partieron a Buenos Aires, donde se recibió de Maestra Normal Nacional, en el Colegio de la Misericordia. A los 18 años llegó a San Martín de los Andes a tomar el puesto de maestra en la Escuela Nº 5.
Rearmó su familia: trajo a su mamá y su hermana a vivir con ella. Se dedicó a hacer sky en el cerro Chapelco, y junto a Esteban formaron parte del grupo que inició la actividad en esa localidad. ¡Hay infinidad de cuentos que recrean esa época! Esteban y Ruth se conocieron en San Martín de los Andes cuando ella tenía 20 años y el 24. Esteban era militar.
Se casaron el 5 de diciembre de 1949 y tuvieron 4 hijos: Ruth, Beatriz, Esteban y Pablo, que les dieron varios nietos y nietas: Ruth, con Rubén Chiappori, tuvo 4 hijos, Lucas, María Ruth, Guido y Santiago Ignacio. Beatriz, con Pablo Bassano, también 4 hijos Raimundo, Esteban, María Cecilia y Mercedes. Esteban, con María Teresa Estevan, a Mariano y María Cecilia. Pablo, con María del Carmen Najul, a Lucía y Paula. Varios bisnietos /as completan la familia. Esteban había nacido el 21 de febrero de 1925: su padre se dedicaba al campo. Primero se asentaron en Huechulafquen, Casa de Lata, y luego en el Paraje La Rinconada, en un campo que se llama El Rosedal. Un tiempo después vendieron todo y compraron en Paso Chacabuco, Estancia La Argentina a la familia Creide. En 1952, cuando las nenas ya tenían 2 años, se trasladaron a Buenos Aires a vivir al cuartel. Después se mudaron a un departamento en un piso 12 de Flores por un año y luego se mudaron al barrio militar (ruta 8 pasando San Martin, Buenos Aires). En 1960 trasladaron a Esteban a Neuquén. A pesar de ser militar, tenía una fuerte predilección por atender el campo que había heredado de su padre. Al poco tiempo decidió abandonar su carrera y dedicarse exclusivamente a su actividad de ganadero en Paso Chacabuco, cercano a la Confluencia Traful. Ruth fue nombrada directora de la Escuela 82 hasta su jubilación, actividad que desarrolló con mucho esmero y dedicación.
Una de sus nietas escribió: “Hace unos cuantos años que dedico algunas tardes de verano para filmar a mi abuela Ruth. Lo hacía con la premisa de que su historia alguna vez pudiera ser recuperada con tanto detalle y minuciosidad como lo relataba ella. No solo fue una gran lectora sino también una gran oradora. De ella podías escuchar infinitas historias, biográficas y extraídas de los centenares de libros que tenía en su biblioteca. Mi abuela guardaba pegado en el placard de su cuarto una lista donde tenía todos los nacimientos y hechos importantes de nuestra familia”. Ya de jubilada, se la veía compartir con amigas, cafés o tés, en amenas charlas, todas ellas con ricas historias neuquinas.
Seguir una vocación, honrar las raíces y el esfuerzo. Esta es otra historia de llegados a nuestra tierra a engrandecerla y embellecerla con su pasión y sus acciones.
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