Estimado exsenador Esteban Bullrich: no puedo comenzar a expresar este sentimiento sin usar la palabra tan chiquita: “gracias”, por su ejemplo, ¡aunque creemos que no y no!. Nadie lo hizo, ni lo hará, pero con la diferencia que jamás derramaremos suficientes lágrimas de orgullo, por lo que le ofreció al país. Estimado señor, creo que San Martín, Belgrano y otros próceres estaban a su lado diciéndole ¡hermano, no aflojes! En estos momentos recuerdo también la frase que solía repetir mi abue