Condenan a subcomisario como autor de un abuso sexual simple contra una mujer policía en Bariloche
El tribunal de juicio resolvió que la fiscalía probó la acusación contra el jefe policial. Por eso, le impusieron por unanimidad 3 años de prisión de ejecución condicional e inhabilitación perpetua al acusado.
La víctima explicó ante el tribunal de juicio que su objetivo al declarar lo que había sufrido era que se conozca la verdad. También, comprometerse con sus compañeras mujeres policías y visibilizar situaciones de abuso dentro de la Policía de Río Negro. Además de comenzar a curar y superar la situación traumática que vivió en una unidad policial de Bariloche.
Así lo reflejó en su voto el juez Marcelo Álvarez Melinger, que integró el tribunal con la jueza Romina Martini y su par Marcos Burgos, que juzgó y declaró por unanimidad responsable penalmente al subcomisario Ricardo Fraima de abuso sexual simple agravado por haber sido cometido por personal de fuerza de seguridad en uso de sus funciones.
El tribunal lo condenó a tres años prisión de ejecución condicional e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos que impliquen tener personal femenino a su cargo. Es la pena mínima que prevé el Código Penal para sancionar ese delito. La sentencia a la que Diario RÍO NEGRO accedió se dictó el 21 de marzo último, pero no está firme porque la defensa la puede impugnar.
Durante los tres años que dura la pena, el imputado deberá cumplir pautas de conducta bajo apercibimiento de revocación de la condicionalidad en caso de incumplimiento. Así lo estableció el tribunal en la sentencia.
Se le impuso la prohibición de acercamiento y contacto hacia la víctima, no deberá abusar de bebidas alcohólicas ni consumir estupefacientes. Tiene que realizar un tratamiento psicológico previo dictamen del CIF que acredite su necesidad y eficacia y asistir a un curso de nuevas masculinidades para abordar la violencia de género que deberá realizado en una institución distinta al IAPL, entre otras pautas.
El juicio de responsabilidad
El juicio de responsabilidad se hizo entre el 17 y 19 de febrero pasado en Bariloche. La acusación la sostuvo el entonces fiscal César Lanfranchi (que asumió el viernes pasado como juez de garantías)
Lanfranchi le atribuyó al subcomisario el hecho en fecha que no se pudo determinar pero ubicable entre octubre y noviembre del 2020 en la oficina de Operaciones de la Subcomisaría 80, ubicada en la calle México al 500 de Bariloche.
Según la fiscalía, el imputado en uso de sus funciones llamó por medio de un oficial, a una empleada policial para que concurra a su oficina a darle las novedades del día. La mujer explicó las novedades laborales y al finalizar intentó retirarse, “pero al estar ella de espalda, Fraima la agarró del brazo, la dio vuelta, la arrinconó contra una columna y puso el pie en la puerta de entrada para evitar que no pueda retirarse. En ese momento Fraima sorpresivamente la abusó sexualmente, dándole un besó en la boca en contra de su voluntad”.
El fiscal calificó el hecho como abuso sexual simple agravado por haber sido cometido por personal de fuerza de seguridad en uso de sus funciones.
La víctima ratificó en el juicio lo que había denunciado. Y reveló el miedo que ella sentía por la asimetría de poder y por la situación de impotencia que sentía.
La fiscalía presentó testigos que relataron situaciones acoso sexual y también hostigamiento laboral por parte del subcomisario hacia la víctima. Por eso, pidió que el imputado sea declarado culpable.
El acusado declaró en el juicio y negó los hechos que se le imputaban. Los defensores particulares Estanislao Cazaux y Pablo Callelo intentaron desvirtuar la acusación fiscal con sus propios testigos. Solicitaron la absolución.

La decisión del tribunal
Sin embargo, el tribunal resolvió que la fiscalía probó la acusación. “En los delitos como los que estamos llamados a juzgar ocurridos entre paredes y en los cuales no es frecuente que sean cometidos en presencia de otras personas, generalmente la prueba del hecho y de la autoría del imputado tiene su fundamento principal en la declaración de la propia víctima”, indicó Álvarez Melinger en la sentencia.
El tribunal valoró la declaración de la víctima. Destacó que todos los testigos ofrecidos por la fiscalía confirmaron lo manifestado por la mujer. “Corroboramos entonces que la prueba indiciara ha sido conteste y le proveyó de certidumbre a su relato, respecto del cual no se advierten fisuras”, afirmó Álvarez Melinger, con la adhesión de Martini y Burgos.
Recordó que Fraima era el jefe de la Subcomisaría 80, tenía el dominio exclusivo de la unidad y podía disponer la presencia o no de distintas personas en estos lugares. “Se ha dado por probado de que el abuso sexual, este beso con el que acometió a (la víctima), se dio en la oficina donde se encontraba el solo y donde el ya había logrado esta impunidad de llevarla a solas y poder solicitar que el resto de las personas no estén. Ese era su dominio como jefe de unidad y así lo logró”, sostuvo el juez.
Tras la declaración de responsabilidad, el 14 de marzo pasado se hizo el juicio de cesura para definir la pena. Lanfranchi solicitó 3 años de prisión en suspenso para el acusado e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos.
Los defensores solicitaron la declaración de inconstitucionalidad de la escala penal para este tipo de hechos, en atención a la irracionabilidad y a la desproporcionalidad respecto de otros delitos. Y requirieron la absolución de su defendido. O, en base a la inconstitucionalidad planteada, pidieron una pena por debajo de la mínima solicitada por el fiscal.
El tribunal rechazó los planteos de la defensa. “Evaluada la prueba, las alegaciones de las partes y analizada la cuestión a la luz de la doctrina, jurisprudencia y los artículos 40 y 41 del Código Penal, consideramos que la pena justa teniendo en cuenta las agravantes y atenuantes mencionados es, la que fijamos en tres años de prisión de cumplimiento condicional y la inhabilitación especial perpetua para ejercer cargos públicos que impliquen tener personal femenino a su cargo”, concluyó el tribunal.
La víctima explicó ante el tribunal de juicio que su objetivo al declarar lo que había sufrido era que se conozca la verdad. También, comprometerse con sus compañeras mujeres policías y visibilizar situaciones de abuso dentro de la Policía de Río Negro. Además de comenzar a curar y superar la situación traumática que vivió en una unidad policial de Bariloche.
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