Femicidio de Catalina Gutiérrez: se conocen los alegatos y se espera el veredicto contra Néstor Soto
El juicio por el femicidio de Catalina Gutiérrez en Córdoba entra en su etapa final. Néstor Soto, el joven oriundo de Bariloche, confesó el crimen con detalles escalofriantes y se aguarda la sentencia.
El juicio por el femicidio de Catalina Gutiérrez, la joven estudiante de arquitectura asesinada en Córdoba, entra en su tramo final. Néstor Soto, el acusado y confeso autor del crimen, brindó un testimonio impactante en el que explicó con frialdad cómo terminó con la vida de su mejor amiga. La audiencia quedó conmocionada cuando el imputado, oriundo de Bariloche, utilizó a su propia abogada para demostrar la maniobra con la que estranguló a la víctima.
Este miércoles, la fiscalía, la querella y la defensa exponen sus alegatos ante el Tribunal de la Cámara en lo Correccional y Criminal de 11° Nominación de Córdoba. Luego, se espera que el veredicto se conozca en las próximas horas.
El relato del crimen en primera persona
Durante la última audiencia, Néstor Soto declaró ante el tribunal. «Soy un homicida, pero no un femicida», afirmó, intentando diferenciar el móvil de su crimen. Sin embargo, su testimonio fue escalofriante:
«Los dos estábamos en el piso y empezamos a pelear. Me apretó la nuez y se me apagó la tele. Ahí arranca el Néstor Soto loco. Le agarro las manos, se las zafo y hago la maniobra del mataleón. Me cayó la ficha. Cuando la suelto, lo primero que hago es escuchar si estaba viva y vi que no”, describió.
El «mataleón» es una técnica de jiu jitsu brasileño utilizada para estrangular a un oponente. En una aberrante muestra física, Soto replicó los movimientos ante el tribunal, usando a su defensora, Ángela Burgos Niño, como ejemplo.
Las pruebas en su contra
El fiscal José Mana, quien llevó adelante la investigación, sostiene que no se trató de un crimen espontáneo, sino de un asesinato planificado. En su requerimiento de elevación a juicio, expuso que Soto manipuló a Catalina para que fuera a su departamento, asegurándose de que estuviera sola y sin posibilidad de defensa.
Según la reconstrucción del caso, el acusado la atacó con golpes en el rostro y la cabeza hasta dejarla aturdida. Luego, la ató con una cinta adhesiva y la estranguló hasta matarla. Más tarde, cargó su cuerpo en el auto de la madre de la víctima y lo descartó en las afueras de la ciudad.
La autopsia confirmó la brutalidad del crimen: Catalina presentaba cuatro golpes en el rostro y cabeza, además de signos de asfixia mecánica.
Una obsesión detrás del crimen
Los fiscales también expusieron otro elemento clave en la causa: la relación desigual de poder que Soto ejercía sobre Catalina. Según la investigación, el acusado estaba obsesionado con su amiga y actuó movido por los celos y el despecho.
«Convenció a su víctima para reunirse a solas en el Patio Olmos y, al ver frustrada esta posibilidad, enojado y despechado, manipuló a su amiga para que fuera a su domicilio, donde estaría a su merced», señala el expediente judicial.
Una vez en el departamento, la situación se tornó violenta. Catalina intentó defenderse, pero la diferencia de fuerza entre ambos le jugó en contra. Soto la sometió y la mató sin darle ninguna oportunidad de escapar.
La defensa de Soto y su estrategia judicial
Durante su declaración, Soto intentó instalar la idea de que actuó en un estado de emoción violenta. Con esta estrategia, su defensa busca evitar la pena de prisión perpetua. Sin embargo, los querellantes sostienen que la alevosía y la violencia de género fueron determinantes en el crimen, lo que configuraría un femicidio.
El fiscal Marcelo Sicardi propuso modificar el agravante de alevosía por el de “criminis causa”, sin alterar el de violencia de género. Si el tribunal avala esta calificación, la única pena posible será la prisión perpetua.
La espera por la sentencia
Con los alegatos en marcha, el juicio entra en su etapa decisiva. La fiscalía y la querella insistirán en la planificación del crimen y en el vínculo de poder y manipulación que Soto ejercía sobre la víctima. La defensa, por su parte, intentará reducir la calificación del delito para evitar la máxima pena.
La familia de Catalina Gutiérrez aguarda con expectativa y dolor el veredicto. Los jueces Horacio Augusto Carranza, Susana Frascaroli y María Gabriela Rojas Moresi, junto al jurado popular, serán los encargados de dictar la sentencia final.

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