Por un intento de femicidio en Plottier, pidieron 14 años y 8 meses de prisión
Fue condenado por haber rociado con combustible a su pareja y haber prendido fuego la casa que compartían. Ella alcanzó a sacar a sus dos hijos que estaban dentro. La defensa solicitó una pena de 10 años.
El próximo lunes 26 de junio, a las 13.30, el tribunal integrado por las juezas Carina Álvarez, Patricia Lupica Cristo y Estefanía Saulí dará a conocer la pena que le impondrá a Pablo Vilo, condenado por haber prendido fuego la casa con su pareja, Nancy Bustamante, y sus dos hijos menores de edad dentro, en el barrio Obrero de Plottier.
Durante el juicio quedó probado que el 26 de julio de 2022, Vilo roció de combustible el comedor, donde se encontraban sus hijos que hoy tienen 13 y 10 años, y luego fue hasta la habitación donde estaba Nancy, le lanzó líquido a ella y prendió fuego. Aún sufriendo las quemaduras en su cuerpo, la mujer logró abrir la puerta para que salieran.
El imputado no sólo fue acusado por el intento de femicidio de su pareja, quien estuvo 34 días internada en grave estado, sino por haber querido matar a los niños, que debieron recibir oxígeno por inhalar humo. La fiscal María Eugenia Titanti pidió 14 años y 8 meses de prisión para Vilo y consideró como único atenuante la falta de antecedentes penales.
Enumeró como agravantes el contexto de violencia de género y la cronicidad: estuvieron en pareja 23 años y Nancy lo había denunciado. También el maltrato verbal y físico que ejercía hacia sus hijos, del cual ellos mismos hablaron en cámara gesell.
Titanti mencionó la cantidad de víctimas -que son tres- y el daño causado. En el caso de Nancy sufrió quemaduras que pusieron en real peligro su vida. A casi un año del hecho, afirmó la fiscal, «no puede realizar las tareas laborales que hacía con anterioridad», ya que no ha recuperado la movilidad de su mano derecha y trabajaba como empleada doméstica. Esto además representó, dijo, un «menoscabo económico, la fuente de ingreso de ese entorno familiar se ve afectada por esta limitación física».
Sostuvo que la lesión que conserva en el rostro implicó para la mujer un «retraimiento, dificultad para salir, le impide mantener la vida social que antes tenía, compartir actividades al aire libre». Remarcó que el hecho rompió todas las estructuras de su vida: desde lo habitacional, hasta lo organizativo, lo laboral, social y emocional.
En cuanto a la casa, la fiscal aseguró que «era más importante que la familia, es decir que el motivo que lo condujo a cometer este hecho era la significación que él le daba a lo que él consideraba su casa, construida con su esfuerzo y eso es un agravante».
Solange del Ponte, integrante del equipo de la defensa, solicitó el mínimo de la escala penal previsto que son 10 años. «La casa no era más importante que su familia, sino que la casa era el sostén de esa familia, era casi lo único que les había podido brindar», contestó.
Sumó como atenuantes, además de la carencia de antecedentes, la edad del imputado y todas las pérdidas significativas que tuvo. Cuando ocurrió el hecho, había muerto recientemente su madre y Nancy había perdido un embarazo. Eso, señaló del Ponte, «lo llevaron a cegarse».
Agregó las heridas que sufrió en sus manos, que le requirieron curaciones, y su comportamiento posterior al incendio, cuando le arrojó a la mujer un balde de agua para apagar las llamas y no se fugó.

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