La actividad maderera está en crisis y busca otros horizontes
Cayó un 70%, comparado con lo que producía hace 15 años. Cerró la mitad de los aserraderos. Su declive está atado a la crisis de la fruticultura y el reemplazo de cajones por las cajas de cartón.
Atada al comportamiento de la fruticultura, la industria maderera vive una profunda crisis y la actividad cayó un 70% comparada con lo que producía hace 15 años.
Su fuerte siempre fue la elaboración de jaulas para la fruta, palets y bins pero el volumen de producción ha decaído en forma notable y muchos aserraderos grandes han tenido que cerrar. Como alternativa, algunos se dedican hoy a la construcción de casas con madera de álamo.
“Esta es una actividad que está ligada a la fruticultura, lo sabemos todos, pero además tenemos una gran competencia que es el cartón y parte del cajón que viene de Chile”, dijo Nazareno Olivetti, presidente de la Cámara de Forestadores Empresarios Madereros y Afines de la Norpatagonia (Cafema). La cámara nuclea a propietarios de aserraderos de las provincias de Río Negro, Neuquén, noroeste de la Pampa y el norte de Chubut.
Los aserradores hoy. Cada vez se ven menos los cajones cosecheros y se vuelcan a hacer otros productos para sobrevivir. (Foto: César Izza)
Olivetti señaló que la demanda cae año a año y las temporadas son más cortas. “Además competimos con la madera para pallet de eucalipto. Viene del norte del país con mejores precios que aquí no podemos igualar”, detalló.
El referente señaló que los cajones de fruta y los palets que se venden en la región son de madera de álamo y algunos de sauce. Lo que se produce está destinado al mercado interno y a la exportación.
“Si lo comparamos con 15 años atrás estamos en un 30% de producción. Antes había el doble de aserraderos que ahora y la industria de la fruticultura absorbía el 100% de la producción de madera de todo el valle. Incluso había momentos en los que no alcanzaba lo que se producía en la región”, analizó Olivetti.
El presidente de la cámara de aserraderos recordó que mermó mucho la exportación de fruta y que ahora además tiene que competir con las cajas de cartón. La producción de la madera se mide por pie cuadrado y en toneladas.
Algunas cifras
- 9.000
- toneladas por temporada trabaja el aserradero de Olivetti en Allen hace 10 años.
- $1.200
- El valor que se le paga al chacarero por la tonelada de troncos de alamos de buena calidad.
Al chacarero se le paga entre 1.000 y 1.200 pesos la tonelada de álamo de buena calidad. “En mi aserradero trabajábamos por temporada 9.000 toneladas hace 10 años. Ahora no llegamos a 3.000”, comparó.
Olivetti es oriundo de Mendoza y allí aprendió a trabajar la madera del álamo. Hace 35 años se asentó en Allen donde tiene su aserradero. Durante la entrevista con “Río Negro”, primero habla con entusiasmo en su oficina sobre la problemática en el rubro. Luego brindó un breve recorrido por su empresa, que está ubicada en el acceso de Güemes y calle Neuquén.
El presidente de la cámara detalló que en la provincia de Río Negro hay registrados entre 60 y 65 aserraderos, la mayoría chicos y unos pocos medianos. También figuran varias cooperativas.

Olivetti señaló que por la crisis cerraron los grandes aserraderos pero que abrieron más chicos. Sin embargo las cifras de producción cayeron precipitosamente. Otro problema, según Olivetti es que desde el Estado no se brindan medidas de apoyo al sector.
“No sé qué ocurre que no recibimos ayuda del Estado. Este es un eslabón directo a la fruticultura, sino hay cajones ni bines, ¿con qué se cosecha o se exporta? Hoy hay máquinas automáticas para hacer cajones que bajan el costo de producción pero son caras”, dijo.
Los cajones de fruta y pallets que se fabrican en la región son de madera de álamo y algunos de sauce. Se exporta un poco”.
Nazareno Olivetti, presidente de la Cámara de Madereros de la región.
Reclamó al gobierno provincial créditos “accesibles”, ya que los que ofrecen, “son a tazas muy altas”, se quejó . “Hubo créditos el año pasado pero las pymes y los aserraderos chicos no estamos en condiciones para solicitar uno”, criticó.
“Muy pocos aserraderos se dedican a la construcción de casas como alternativa. Acá arrancamos nosotros, hay algunos en Valle Medio. En Alto Valle somos unos tres”, dijo. El presidente de la cámara mencionó que comenzaron con una prueba piloto y fueron aumentando la producción.
Las casas de álamo, una alternativa al problema
“Encontramos una alternativa y fuimos mejorando en ella. Elegimos hacer algo muy distinto a una vivienda prefabricada. Esta es una casa industrializada con mucho más material, paneles más reforzados. Reemplaza muy bien a una casa de ladrillo”, explicó Nazareno Olivetti, presidente de la Cámara de Forestadores Empresarios Madereros y Afines de la Nortepatagonia.
Olivetti contó que se capacitó a los empleados porque “es un trabajo distinto, el personal no diminuye sino que se amplía”.
El presidente de la cámara detalló que el mercado responde bien y a la gente le ha gustado esta alternativa de vivienda. “Eso nos está alentando a aumentar un poco más la producción y a mejorarla, aunque nos falta mucho para tener una fábrica realmente equipada como corresponde”, señaló.
En cuanto a los precios, explicó que hay modelos estándar para una casa de madera. “Partimos de la base de $9.500 el metro cuadrado. Esto depende de la calidad y de los modelos, puede ser de una planta o de dos y varía de acuerdo a la necesidad y a lo que quiera gastar el cliente”.
El tiempo de construcción es más acotado. Una casa que se fabrica en paneles se tarda en levantar su estructura una semana, bajo techo en un galpón y no se sufre las inclemencias del tiempo. “Llevás todo semiarmado y armás una casa de 70 u 80 metros cuadrados”, detalló.
Desde su construcción hasta que queda habitable el plazo máximo es de tres meses. Olivetti contó que hay muchas opciones de viviendas, aberturas en álamo, viga multilaminada y muebles de álamo. “El mueble de álamo no se conoce porque es una madera muy noble”, explicó.
En cuanto el número de empleados señaló que en su aserradero trabajan 15 para la construcción de viviendas. “Antes aumentaba el número para el armado de cajones por la temporada de la fruta, pero esos eran temporarios”, remarcó.

El aumento en los impuestos e insumos
Otro de los factores que afecta a la industria maderera son el costo, los servicios y los insumos que utilizan.
Omar Carrasco es el presidente de la Cooperativa Primero de Mayo que trabaja en Roca y desde el 2010 se aventuraron entre los trabajadores a continuar con el aserradero que estuvo parado por la crisis. El emprendimiento se dedica a la venta de jaulas de álamo para la fruta.
“En 2015 pagábamos $15.000 pesos de luz cada dos meses y hoy estamos pagando $75.000 por mes”, se lamentó Carrasco. El hombre señaló que un rollo de hilo y otro de alambre lo pagaban en $10.000 en 2015 pero que hoy el costo subió a $45.000.
“Tenés que juntar esa plata si o si para seguir trabajando y trabajamos para sobrevivir”, expresó indignado. Por otro lado señaló que están esperando la expropiación de la compañía por parte de la provincia. “El gobernador nos dijo que se va a sacar de nuevo la ley de expropiación”, contó Carrasco.
La empresa Embalajes SA era dueña de la mayoría de las máquinas. En 1.999 pasó a convertirse en Envases SRL, pero el dueño un día les dijo ‘no tengo más plata, si quieren trabajarla, ahí tienen”. Así fue como comenzó la cooperativa que hoy funciona con unos 35 empleados. Carrasco lamentó que no reciben subsidios de Nación, Provincia ni del Municipio, que “nos exige continuos controles”.
Atada al comportamiento de la fruticultura, la industria maderera vive una profunda crisis y la actividad cayó un 70% comparada con lo que producía hace 15 años.
Registrate gratis
Disfrutá de nuestros contenidos y entretenimiento
Suscribite desde $1500 ¿Ya estás suscripto? Ingresá ahora
Comentarios