La CGT no le puso fecha al paro y la marcha terminó en serios incidentes
Los jefes gremiales acusaron por los desbordes a sectores kirchneristas y de la izquierda dura, que los insultaron y se apoderaron del palco al final del acto.
La certeza: la marcha convocada por la CGT fue verdaderamente multitudinaria, como se esperaba. La duda: los conductores de la central Carlos Acuña, Juan Carlos Schmid y Héctor Daer, anunciaron un paro para fin de mes o principios de abril, pero, si bien habían avisado que lo harían, no pusieron fecha fija y supeditaron la definición a la capacidad del gobierno para rectificar sus políticas. Lo inesperado: grupos kirchneristas insultaron a los sindicalistas por no definir una fecha para la huelga y generaron incidentes alrededor del palco.
Al final, el reclamo quedó empañado. Los conductores de la CGT acusaron a sectores kirchneristas de Berazategui y Avellaneda y a “grupos de izquierda” por las agresiones. “Esos grupúsculos y energúmenos fueron funcionales al gobierno”, dijo Schmid anoche.
No fue un paro, pero se pareció bastante. Decenas de miles de personas comenzaron a concentrarse en varios puntos de la Ciudad de Buenos Aires desde las 10 de las mañana para movilizarse luego al Ministerio de Producción. No hubo avenida del centro porteño que no estuviera inundada de colectivos de corta y larga distancia: el aparato se movió en su totalidad, y en la marcha hubo representantes gremiales de todas las provincias del país.
Aunque el acto central estaba pautado para las 16, la conducción de la CGT decidió adelantarlo una hora, sin aviso. Tanto es así que al inicio de la desconcentración todavía había columnas movilizándose hacia el ministerio. A las 15 sonaba el Himno Nacional, que los manifestantes cantaron levantando los dedos en V, y minutos más tarde hablaba Acuña.
“Esta concurrencia masiva es para decir basta a este gobierno del manoseo”, dijo y advirtió que la CGT no aceptará límites a las discusiones paritarias. “Si el gobierno no abre las puertas a esta CGT le va a poner fecha a un paro nacional a fines de marzo o principios de abril”, anunció Acuña. A cien metros del escenario su voz apenas se oía por el estruendo incesante y ensordecedor de cientos de bombos. Sin eufemismos, los tres conductores de la CGT criticaron directamente al gobierno de Mauricio Macri. Pero los discursos fueron breves.
“Vamos a ir a un paro nacional, para que el silencio ensordecedor de una medida de fuerza le haga ver al gobierno nacional ese maltrato social a la mayoría de los argentinos no ve”, ratificó Schmid, sin poner más fecha que “a fines de este mes o a principios de abril”, y criticó el impacto negativo de la “apertura de importaciones” sobre la industria nacional.
Daer cerró el acto. El gremialista y diputado advirtió que “si no hay rectificación vamos a parar el país 24 horas”, una vez más, sin fecha definida. “Pusimos en marcha un plan de lucha y vamos a llevar adelante todas las luchas que sean necesarias”, exclamó.
Comenzaban los insultos.
“Se va a acabar, se va a acabar, la burocracia sindical”, se escuchó una vez que el acto concluyó. Le decisión cúpula de la CGT de adelantar los tiempos no fue casual. En medio de empujones, corridas y gritos de “ponele fecha al paro”, los tres jefes de la central, y dirigentes como Pablo Moyano, debieron retirarse del escenario con custodia y se refugiaron en el Sindicato de Comercio.
Inédito. Apenas las columnas sindicales comenzaron a desconcentrar la zona del palco, un grupo de militantes sin más identificación que remeras con los rostros de Néstor Kirchner y Milagro Sala, y una bandera de “Juventud Guevarista” coparon el escenario. El caos se trasladó luego a la entrada del sindicato mercantil, donde volaron botellas de vidrio.
La CGT no se reservó el derecho de admisión y de la marcha participaron La Cámpora y grupos de izquierda, pero relegados del escenario. El triunvirato se ha endurecido frente al gobierno, pero no quiere quedar atrapado en el escalada que impulsan el kirchnerismo y algunos sectores más duros en la interna sindical. Dentro de la primera línea gremial hay varios dirigentes que apuestan al diálogo. Y sin poner fecha al paro, la CGT ratificó su reclamo, pero parece dejar una puerta abierta para negociar con el Ejecutivo.
Las claves de la movilización
La marcha contra la política económica del gobierno fue, lejos, la más multitudinaria desde la asunción de Macri.
La CGT anunció un paro, pero no puso fecha. Dejó abierta así la posibilidad de negociar.
La contundencia de la protesta fue empañada por incidentes. Grupos K reclamaron definir la fecha de la huelga.
“Si no hay respuesta, esta CGT le va a poner fecha a un paro antes de marzo o a principios de abril. Esperamos que sepan escuchar”.
Carlos Acuña, miembro de conducción de la CGT.
“La CGT va a seguir adelante con la lucha porque no va a permitir que este gobierno pretenda avanzar sobre los que menos tienen”.
Héctor Daer, miembro de conducción de la CGT.
“Se quebró la confianza con los interlocutores del gobierno. La inflación está bajando a costillas nuestras”.
Juan C. Schmid, miembro de conducción de la CGT.
Datos
- “Si no hay respuesta, esta CGT le va a poner fecha a un paro antes de marzo o a principios de abril. Esperamos que sepan escuchar”.
- “La CGT va a seguir adelante con la lucha porque no va a permitir que este gobierno pretenda avanzar sobre los que menos tienen”.
- “Se quebró la confianza con los interlocutores del gobierno. La inflación está bajando a costillas nuestras”.
Comentarios