La lucha de las tres principales fuerzas políticas de la provincia es desigual: el oficialismo sólo piensa en crecer, mientras los otros, en cómo no quedar afuera. El resultado de las elecciones primarias del 12 de septiembre, inesperado hasta para el ganador, obligó a las tres fuerzas con posibilidades de colocar un diputado en el Congreso a recalcular la estrategia. Para el oficialismo provincial es pura ganancia y aprovecha el envión para quedarse con las dos bancas en juego. En cambio