No podía ser de otra manera. En educación los resultados no pueden ser mágicos y esta vez como en tantas ocasiones anteriores quedó en evidencia la mediocridad de nuestra enseñanza, una tarea donde estamos todos los adultos, seamos padres, docentes o simplemente egresados. Todos involucrados. Volver la mirada a nuestros años adolescentes o niños nos permite recuperar la memoria de los hitos que se fueron sucediendo en todo nuestro país, algo así como peldaños en bajada, que nos advertían “Así